Minería y carbón, apoyando el desarrollo energético sustentable

Aunque pueda sonar curioso, por su bajo valor relativo y amplia disponibilidad, el carbón es la mayor fuente de energía para generar electricidad que se utiliza actualmente en el mundo.

En diálogo con Movant Connection, Augusto Mondragón, Ingeniero de Minas con experiencia internacional de Colombia, país que lidera ampliamente la producción de este mineral en la región, nos cuenta cómo el carbón está aportando a su industrialización sostenible y el vital rol de la minería para el desarrollo de las energías renovables.

¿Qué representa el carbón para la industria colombiana?

Colombia por historia siempre ha explotado zonas carboníferas, se ha enfocado en ese mineral. Este año subirá su producción en 10,7 millones de toneladas. Después de un periodo de precios bajos por los efectos de la pandemia, tiene un gran desarrollo por delante que debe aprovechar para llevar adelante su industrialización y, sobre todo, para apegarse a una soberanía energética más limpia.

La producción de carbón colombiana representa un 89,9% del volumen total que produce Latinoamérica. En el mercado hay dos tipos, el térmico (que exporta Colombia) y el metalúrgico. Se trata de un producto de fácil adquisición para cualquier país.

Con el enfoque de energía, se estima que el carbón subirá un 75% y 124% con respecto a los otros metales que produce la industria colombiana, como el oro, el litio y el cobre.

En el propio mercado colombiano se consumen alrededor de 6 millones de toneladas anuales de carbón térmico, un carbón con material volátil, carbono fijo y humedad inherente. Se lo utiliza principalmente como fuente de energía para la fabricación de cemento, acero y combustibles limpios.

¿Cuáles son los principales destinos de exportación del carbón colombiano?

Turquía adquiere un 21,3% del carbón colombiano, le siguen Chile con 10,9% y China 9,4%, estos son los principales compradores.

¿Cómo se desarrolla su logística?

En Colombia se utilizan tres métodos de transporte: por carretera, ferroviario y el fluvial. La tendencia en este sentido es trabajar para ser más competitivos a nivel global, ante lo que se está promoviendo el desarrollo de nuevos puntos fluviales para poder transportar de las minas hacia puertos cercanos y así tener más apertura y agilidad.

Más allá de su extracción, el carbón tiene que tener un buen esquema logística que contemple variables clave como el tiempo, el costo y el transporte.

Por su parte, los buques dedicados al transporte internacional de este insumo energético, están hermetizados para evitar derrames y su consecuente impacto ambiental. En este sentido, deben cumplir con altos estándares de seguridad para poder ser aptos para el transporte. No se lo puede transportar en buques de forma expuesta.

¿Cómo describirías el rol de la minería en el mercado energético mundial?

Cuanto más ambiciosas son las metas climáticas y el desarrollo sustentable, mayor es la demanda de la minería para proveer los volúmenes de minerales necesarios para avanzar en la transición hacia las energías limpias, que es lo que el mundo está buscando.

La producción de minerales como el grafito, litio, oro, carbón y el petróleo, según información del Banco Mundial, se va a disparar. Después del receso de la pandemia, se estima que para 2040 la demanda de estos minerales estratégicos se disparará un 300%.

En este sentido, podemos estimar, como proyección tentativa para satisfacer los requerimientos de las tecnologías para producir energías más limpias, como la eólica, solar y geotérmica, que se necesitarán alrededor de 400 millones de toneladas de mineral.

Pero claramente en este contexto, no se trata solamente de obtener el producto, sino que se debe hacer de forma responsable para que efectivamente constituya un aporte para la obtención de energía sostenible, limpia y basada en la innovación tecnológica. Resalto el trabajo de la empresa donde me desempeño, que bajo un panorama de responsabilidad social y constructivo puede encontrar resultados e innovaciones sostenibles.

¿Cómo imagina el futuro de la industria minera en este contexto?

Latinoamérica avanza con su crecimiento económico en gran medida con la explotación de recursos naturales, en particular destacan los países andinos como Chile, Bolivia, Colombia, Ecuador, Argentina, Perú. El rol de la minería es clave en el marco del desarrollo sostenible para afrontar nuevos desafíos en el Siglo XXI. Para ello, hay que buscar nuevas herramientas tecnológicas que permitan una facilidad la exportación.

La minería de extracción va hacia un modelo 4.0 en toda su cadena de valor agregado, donde se implementará tecnología de última generación con el objetivo de ahorrar energía y de cuidar la seguridad de las personas que trabajan en esta industria.

El objetivo es aportar desde el sector para conformar una cadena limpia, avanzando en tres puntos estratégicos: el primero, es aprovechar los metales útiles para producir energías limpias, el segundo es operar amigablemente con el medioambiente y, el tercero, fusionar conocimientos y experiencias locales con extranjeras.

En relación a la operación responsable con el medioambiente, tan importante como la implementación de tecnologías es un reclutamiento adecuado del personal, así como su posterior entrenamiento.

Entonces, de alguna manera, la producción colombiana de carbón está apoyando la industrialización y la conversión energética del país…

En Colombia está en auge la industrialización. Y de acuerdo con el Ministerio de Hacienda, tanto con la producción de carbón como de los otros minerales estratégicos mencionados, efectivamente se impulsará la modernización y la extracción del litio, cuyo yacimiento está ubicado al norte del departamento de Santander y al sur de Cundinamarca, donde ya se están realizando estudios para determinar una estrategia concreta de explotación.

La generación de impulso ambiental a través del desarrollo de nuevas tecnologías de electromovilidad está enfocada a proyectar hacia el futuro la explotación del litio, por ejemplo.

Desde el punto de vista del triángulo de los recursos minerales de Latinoamérica tenemos un gran potencial, pero para alcanzarlo debemos ser amigables y responsables con el medioambiente.

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