El Índice de Producción Industrial (IPI) calculado por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) mostró un retroceso del 1.3% en el año 2023 en comparación con el año anterior, lo que puso fin a dos años de crecimiento que siguieron al rebote pospandemia.
Esto significa que la producción industrial de 2023 fue un 5.0% más baja que en 2011, cuando se alcanzó el nivel más alto de actividad en más de una década.
En diciembre, la producción industrial registró una disminución interanual del 5.6% en comparación con el mismo mes del año anterior. Hubo avances en la producción de papel y celulosa, así como en la refinación de petróleo. Sin embargo, estas mejoras se vieron contrarrestadas por caídas en los despachos de cigarrillos, en las industrias metálicas básicas debido a la contracción en la siderurgia, en la metalmecánica afectada en varias plantas autopartistas, en la producción de alimentos y bebidas, y en la producción de químicos y plásticos.
Además, se observó un ligero retroceso en sectores que habían liderado la actividad industrial durante el año, como la industria automotriz y la de minerales no metálicos.
Durante el año, diversos factores afectaron el desempeño industrial, principalmente la sequía que impactó la cosecha de granos gruesos. La escasez de soja afectó a la industria aceitera, y la sequía incentivó la salida de animales de los campos, aumentando la faena vacuna y afectando la producción láctea. También hubo paradas de planta debido a expansiones de capacidad, como en la refinación de petróleo y en la industria de químicos y plásticos.
El impuesto PAIS encareció los insumos importados y la menor disponibilidad de divisas limitó el acceso al mercado cambiario y se implementaron restricciones para desacelerar las importaciones. Aunque se intentó implementar un mecanismo de garantías de crédito con Brasil para facilitar las importaciones, no fue exitoso.
El uso generalizado del yuan del swap de monedas con China tampoco se materializó. Para mantener la actividad, muchas empresas aumentaron su endeudamiento comercial con el exterior, lo que eventualmente podría afectar la producción al retrasarse el despacho de insumos debido a la falta de acceso a divisas para pagar las deudas.
En 2023, según los datos del IPI de FIEL, de las diez ramas industriales reportadas, cuatro mostraron una mejora en comparación con el año anterior, dos mantuvieron el mismo nivel de producción que en 2022, y las restantes experimentaron una contracción.
En cuanto a la producción industrial por tipo de bien, los bienes de consumo registraron el mayor retroceso durante el año, mientras que la producción de bienes de capital en el segundo semestre redujo su crecimiento acumulado debido al bajo desempeño en la producción de maquinaria agrícola y la disminución en la producción de utilitarios.
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