La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) convocó a los países de la región a mejorar los canales comerciales e implementar nuevas políticas para lograr un mejor desempeño exportador en el sector tras padecer directamente las consecuencias de un 2022 plagado de disrupciones.
Así lo comunicó su Secretario Ejecutivo, José Manuel Salazar-Xirinachs, al presentar el informe “Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe: El desafío de dinamizar las exportaciones manufactureras” desarrollado por el organismo con respecto a las perspectivas experimentadas durante el año pasado.
Tras analizar las distintas complicaciones logísticas y los efectos del conflicto bélico en el Mar Negro, el informe de CEPAL evidenció una alta dependencia en los mercados locales del abastecimiento externo de productos considerados estratégicos, como medicamentos, alimentos, combustibles y fertilizantes.
A raíz de este contexto, las exportaciones en Latinoamérica y el Caribe crecieron un 20 por ciento durante el 2022 a través del impulso generado por el continuo aumento de los precios internacionales de las materias primas, pero aún así es un incremento menor a los siete puntos interanuales alcanzados el año anterior, cuando subió un 27 por ciento con respecto al pandémico 2020.
Además, las importaciones de bienes se incrementaron en un 24 por ciento con respecto al 2021, lo que demostró un pequeño déficit en la balanza comercial, impactando directamente en 25 de los 33 países integrantes de CEPAL.
CONTEXTO
Debido a estas cifras, Salazar-Xirinachs propuso “avanzar hacia un mercado regional amplio y estable, tanto en bienes como en servicios, para alcanzar escalas eficientes de producción, diversificar producción y exportaciones y reducir la dependencia de las materias primas”.
De hecho, el organismo demostró que sólo el 15 por ciento de las mencionadas exportaciones de Latinoamérica y el Caribe se dirige a otro país de la misma región, representando en este campo una de las tasas más bajas del mundo.
Además, el contexto global del 2023 no será de gran ayuda para el desarrollo de estas políticas debido a la persistencia del conflicto en Ucrania, el endurecimiento de las políticas monetarias, la desaceleración de la economía mundial, la crisis energética en Europa y el recrudecimiento de la pandemia en China.
”La desaceleración en el crecimiento de los principales socios comerciales en 2022 lleva a esperar una marcada desaceleración de las exportaciones de la región en 2023 y, en esta difícil coyuntura, resulta urgente e importante impulsar la integración regional”, agregó el ejecutivo.
MARÍTIMO
Si bien el análisis presentado por CEPAL informa sobre cifras referentes a exportación e importación, sus repercusiones y sus proyecciones, este año dedicó un apartado a las disrupciones en las cadenas marítimas de suministro.
En este sentido, el informe sostuvo que “América Latina y el Caribe mantienen un déficit significativo en términos de infraestructura de conectividad entre los puertos y el interior de la economía”.
Esta situación es provocada por diversos factores que “dificultan el avance en esta materia con la celeridad que se necesita, como la dimensión de las inversiones necesarias, un reto especialmente complejo en el momento actual, cuando tanto los países como los Gobiernos sufren fuertes presiones económicas, al tiempo que muchos sectores registran una elevada necesidad de recursos”.
Finalmente, CEPAL concluyó que “es preciso remontar el rezago en la infraestructura e interconectividad y enfrentar a los impactos que, en la coyuntura actual, amenazan con reconfigurar la estructura del comercio internacional en términos de rutas, actores e intereses para los años por venir”.
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