Grandes potencias mundiales como China y la Unión Europea buscan avanzar en acuerdos comerciales con el Mercado Común del Sur (Mercosur) o, en su defecto, de manera individual con los países que lo conforman.
Tras la reciente asunción de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, en Sudamérica volvió a hablarse de integración y de la necesidad de velar por los intereses de la región, dejando de lado las negociaciones individuales.
Inicialmente, se trató de una discusión interna que aún persiste, pero en los últimos meses se involucraron actores claves en la economía mundial que buscan generar su impacto comercial dentro de los diferentes mercados de la región.
En este nuevo contexto geopolítico, el bloque sudamericano, al igual que sus países integrantes, despiertan cada vez más interés en los distintos gigantes que abarcan gran parte del mercado mundial al ver a esta parte del mundo como mucho más que un gran proveedor de materias primas.
CHINA
En el marco de una reunión de Organización Mundial del Comercio (OMC), el gobierno chino expresó su deseo de firmar un acuerdo de libre comercio con el Mercosur en conjunto o con cualquiera de sus miembros.
El embajador de China en Brasil, Li Jinzhang, solicitó al país sudamericano mejorar la integración regional y diversificar sus exportaciones, para lo que lo alentó a jugar “un rol activo en la expansión de la red de acuerdos comerciales regionales con los socios claves”.
China ya tiene numerosos acuerdos vigentes con distintos países de la región, como el recientemente cerrado con Ecuador, otros, en negociación y algunos, bajo consideración, como ocurre con el Mercosur y otros países de Latinoamérica.
Entre los destinos prioritarios de Lula en el comienzo de su mandato se encuentra el gigante asiático y, según fuentes oficiales, el viaje estaría estipulado para después de marzo.
EUROPA
Por otra parte, durante su intervención en la VII Conferencia de Embajadores, la ministra de Industria, Comercio y Turismo de España, María Reyes Maroto, aseguró que la aprobación del tratado pendiente de la Unión Europea y Chile será la prioridad de la presidencia española del bloque, al igual que la postergada definición de la alianza comercial con el Mercosur.
Respecto a las negociaciones con Sudamérica, Maroto afirmó: «Claramente el problema lo tenemos en la ‘agenda verde’, y la posición de Brasil hasta ahora dificultaba mucho, y también las reticencias de Francia. Creo que la llegada de Lula cambia esta perspectiva, y da esperanza a poder resolver las diferencias».
“No entendemos una nueva agenda plena con América Latina si no forjamos unos lazos comerciales reforzados con la región. Es por ello que España defiende una pronta firma y ratificación del Acuerdo con Mercosur y de los acuerdos modernizados con México y Chile”.
Maroto confía en que los “cambios regulatorios” en la región latinoamericana “no afecten a la seguridad jurídica de las empresas españolas” presentes en la zona.
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