En los últimos años, las mujeres lograron ganar terreno dentro del comercio internacional, pero aún no logran alcanzar condiciones igualitarias con respecto a sus colegas masculinos, según analizó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
A través de su informe titulado “Brecha de género en el comercio exterior: mismo juego distintas reglas”, el BID estudió cuidadosamente los desafíos pendientes en cuanto a la inclusión de profesionales mujeres en empresas exportadoras y las posibles medidas que se pueden adoptar para avanzar en soluciones integradoras.
Por medio de una encuesta realizada a mujeres profesionales del sector que se desempeñan en empresas productoras de bienes y comercialización transfronteriza en Argentina, Chile y Uruguay, el organismo se concentró en el nivel de participación femenina en la distribución de tareas, roles ejercidos, formación y exigencia de habilidades para desenvolverse dentro del comercio exterior.
De acuerdo a la publicación, a pesar de que las mujeres sumaron protagonismo recientemente, “las brechas de género siguen existiendo” porque “aún varias de las tareas que realizan se desarrollan en entornos masculinizados”.
De hecho, el organismo describió que “la presencia femenina en las empresas exportadoras no alcanza al 40 por ciento, se las excluye de ciertas actividades estereotipadas como ‘de varones’, se les exige más formación académica para ocupar ciertos cargos y los obstáculos para desempeñarse en esos trabajos persisten por el hecho de ser mujer”.
PARTICIPACIÓN
El análisis del Banco Interamericano de Desarrollo recientemente publicado contempló también la participación femenina en la fuerza laboral y en el liderazgo de la empresa y concluyó que hay apenas un tercio del personal femenino en las mencionadas compañías es mujer, pero apenas una quinta parte es liderada por una de ellas.
Por otra parte, de las actividades que realizan los distintos grupos de trabajo dentro de estas empresas, los hombres las encabezan en un 70 por ciento y poseen también una mayor formación académica y conocimientos específicos, algo que evidencia que “la formación entre las mujeres y los varones no es homogénea entre los países analizados”.
En este sentido, quedó demostrado que, si bien las mujeres lograron alcanzar un 43 por ciento del mercado laboral en comercio exterior, la mayoría está relegada a desempeñarse en tareas “femeninas”, como administración, comunicación y marketing, tal y como ocurre en otras industrias.
Sin embargo, aquellas empresas exportadoras lideradas por mujeres, ya sean dueñas o directoras, tienen 14 puntos porcentuales más de participación femenina en su fuerza laboral que aquellas a cargo de varones.
Además, el relevamiento demostró que aquellas compañías que son lideradas por mujeres permiten mayor participación femenina (casi un 70 por ciento más) que en aquellas tradicionalmente dirigidas por hombres.
CONCLUSIONES
Para el BID, más allá del mayor protagonismo femenino en el sector, “ser empresa exportadora no garantiza la equidad de género”, aunque en este sentido, Uruguay, con un 39 por ciento de participación, logró posicionarse como un referente ante Chile (37 por ciento) y Argentina (28 por ciento).
De todas maneras, el informe indicó que “hay más líderes mujeres en ComEx que en el resto de las industrias, pero en la mayoría de los casos suele tratarse de un sub-liderazgo”.
Al respecto, el organismo mencionó distintos estereotipos que se construyen desde un sesgo cultural equivocado que impiden profundizar en la igualdad de condiciones para el género femenino, siendo el más reiterado “la supuesta falta de capacidad para negociar” que tienen las mujeres.
Por último, el Banco Interamericano de Desarrollo destacó la necesidad de sumar políticas públicas que equilibren la balanza: “es necesario tomar una serie de medidas que permitan mejorar la inserción de las mujeres en las áreas de comercio exterior en particular, pero también en las empresas y en los sectores productivos en general”.
Una posible solución podría ser “fomentar el liderazgo femenino en compañías exportadoras ya que la evidencia muestra que las mujeres son más equitativas en términos de género al contratar personal”, concluyó el análisis.
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