En este informe para Movant Connection, Pedro Garra, Presidente de la Cámara Uruguaya de Logística (CALOG), nos detalla la situación del sector logístico uruguayo en el 2022 y sus expectativas para 2023.
“El 2022 se caracterizó por su volatilidad”.
Si bien el sector logístico estuvo razonablemente bien, 2022 fue un año de mucha inestabilidad en diversos aspectos que todavía no se han vuelto a estabilizar. Por ejemplo, los volúmenes, que de un mes para el otro cambian radicalmente generando una logística “a los tirones” con poca posibilidad de planificación. Por otro lado, sobre el final de este año se vio una disminución de los volúmenes de exportación. Uruguay es uno de los pocos países del mundo en el cual la moneda local se ha apreciado frente al dólar, lo que nos complicó un poco en cuanto a competitividad. Eso, sumado al enfriamiento de los principales mercados de destino de las exportaciones, nos viene dejando sobre el final del año señales un poco preocupantes.
Pero, en términos generales fue un buen año, que nos tuvo a los saltos, con muchos altibajos e idas y vueltas.
“Pienso que disfrutar del entorno tal cual es y sacar lo mejor posible del mismo es una de las características que van a ayudar a los profesionales de la logística a desempeñarse mejor, aceptando que la realidad es y será bastante impredecible”.
Antes de la pandemia creíamos que estábamos en un entorno VUCA (volatilidad, incertidumbre -uncertainty en inglés, complejidad y ambigüedad). Se hablaba mucho de eso. Creo que recién ahora entendemos verdaderamente el concepto.
En el contexto actual de alta volatilidad e incertidumbre, el desafío es ser adaptable. La capacidad de adaptación de la cadena logística fue lo más importante para pasar bien este año y seguramente sea lo más importante para tener éxito en el futuro cercano.
Obviamente todos aspiramos a que se ordene un poco el contexto y tenemos algunos aspectos en los que podemos influir, pero en gran medida está definido por situaciones muy macro, como las reacciones de China ante los nuevos casos de Covid, los impactos de la guerra, las estrategias de las líneas marítimas y aéreas, los cambios en el mercado, etc. Tenemos que aprender a manejarnos con lo que nos toca y sacarle el mayor jugo posible.
“Las variables macroeconómicas preocupan un poco por lo que está pasando en el mundo, pero en sus temas fundamentales y a largo plazo Uruguay está sólido”.
Es muy difícil hoy predecir los próximos tres meses en cuanto a lo que va a pasar. Uruguay es un país muy dependiente de la exportación por su tamaño, por eso hay gran expectativa por lo que pueda suceder en los mercados principales para nuestro comercio exterior, especialmente el chino, que es el cliente comercial más importante para el país y que se ha frenado bastante en los últimos tiempos.
Además, muchas de las cosas que nosotros exportamos hacia China y sus vecinos son manufacturadas ahí para luego pasar a Europa o los Estados Unidos, por lo que también hay que ver cómo pasa Europa el invierno.
Es muy difícil pronosticar, pero en principio ver cómo pasa Europa el invierno y cómo China reacomoda su crecimiento, así como también lo que suceda en Brasil con el cambio gobierno. Son, creo, tres grandes variables que van a afectar cómo le va a ir a Uruguay en el 2023.
