Inteligencia Artificial, su impacto en las personas y en las cadenas de suministro

El auge y rápido avance de la inteligencia artificial en la actualidad ha despertado un gran interés y, al mismo tiempo, ha dado lugar a errores de comprensión sobre el potencial de estas herramientas.

Esto se hace aún más evidente en la discusión en torno a herramientas de inteligencia artificial general como ChatGPT o Bard, que tienen la capacidad de reconocer el lenguaje natural y resolver o automatizar tareas solicitadas a través de instrucciones.

El impacto de la inteligencia artificial en nuestro futuro cercano es tan significativo que Bill Gates afirmó que su desarrollo es tan fundamental como la creación del microprocesador, el ordenador personal, Internet y el teléfono móvil. Esto se debe a que cambiará la forma en que las personas trabajan, aprenden, viajan, reciben atención médica y se comunican entre sí.

Todos estos cambios actuales y futuros generados por la implementación de la inteligencia artificial tienen un impacto significativo en la cadena de suministro. Por lo tanto, es importante poder incorporarlos en nuestro trabajo diario, desde la automatización de tareas simples y repetitivas hasta la optimización de los métodos de trabajo actuales.

Sin embargo, es importante entender que la tecnología por sí sola no genera el cambio dentro de las organizaciones, sino que más bien lo facilita o complica. Para implementar este tipo de tecnologías en nuestras cadenas de suministro, es importante tener claro lo que queremos lograr o solucionar, así como comprender la situación actual de nuestra organización.

Implementación estratégica

Según ASCM (Association for Supply Chain Management), las etapas de desarrollo de la cadena de suministro son las siguientes: Etapa 1: disfunción múltiple, Etapa 2: empresa semifuncional, Etapa 3: empresa integrada, Etapa 4: empresa extendida y Etapa 5: cadena de suministro orquestada.

Por lo tanto, dependiendo de la etapa en la que se encuentre nuestra organización, se determinará la forma en que aplicamos las tecnologías de inteligencia artificial. Es decir, no todo funciona para todos.

Como personas y organizaciones, es importante tener claro que tenemos tres opciones frente a estas tecnologías:
1) ser aquellos que lideran el cambio (protagonistas).
2) ser participantes en el cambio (observadores).
3) ser afectados por el cambio (víctimas).

La implementación y mejora de estas tecnologías ya no es un tema que se pueda revisar o cambiar, por lo tanto, solo podemos evitar caer en la tercera opción a través del conocimiento y la preparación.

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