Preocupación por abastecimiento mundial de alimentos en 2023

Distintos organismos internacionales advirtieron sobre el crecimiento de la hambruna en el mundo y pronosticaron aún más complicaciones en la distribución de alimentos para el 2023.

La primera entidad en mostrar su preocupación fue la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agrictultura (FAO) quien detalló que las distintas problemáticas del contexto geopolítico actual impactarán en el creciente volumen de faltantes de alimentos para el próximo año.

Según la FAO, la crisis alimentaria global en la actualidad afecta directamente a más de 800 millones de personas, aunque, de acuerdo al Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) el pico se vivirá en 2023 con más disrupciones en las distintas cadenas de suministro.

A raíz del del Día Mundial de la Alimentación celebrado el pasado 16 de octubre, el titular del PMA, David Beasley indicó que el planeta “se enfrenta a una crisis alimentaria sin precedentes y todos los signos sugieren que aún no hemos visto lo peor”.

En este sentido, el principal causante radica en el conflicto bélico en el Mar Negro tras la ocupación rusa en Ucrania, situación que alteró el comercio internacional, aumentó los precios de los alimentos, los costos de transporte y los plazos de entrega.

Este conflicto también afectó los costos de los fertilizantes químicos, promoviendo un aumento mayor al 60 por ciento desde marzo de este año y, al ser la región europea la mayor exportadora de urea y la segunda de potasio, fundamentales para los cultivos como el trigo y el girasol, los cereales se encuentran en falta desde hace algunos meses por provenir de Rusia y Ucrania.

PERSPECTIVAS

El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, pronosticó en un informe recientemente publicado una suba de precios en los commodities para el próximo año que podría rozar el 7 por ciento mundial.

Según recomendó el organismo internacional, para reducir las presiones sobre los valores internacionales en las materias primas de alimentos, “se debe mantener el curso de política monetaria para restaurar la estabilidad de precios, y la política fiscal debe procurar aliviar las presiones sobre el costo de vida”.

Sin embargo, la FAO disintió con el FMI al considerar como una opción equivocada las medidas proteccionistas y aconsejó que permitir que el comercio fluya es la mejor manera de contrarrestar las consecuencias de la crisis alimentaria.

De todas maneras, para los especialistas, al conflicto ruso-ucraniano se le suman las complicaciones generadas por la situación climática actual debido a que, por la falta de lluvias, muchas regiones del mundo están atravesando las peores sequías de sus historias, problemática que también repercute directamente en la inflación.

Más allá de estas complicaciones, Beasley advirtió que “las cadenas de abastecimiento no se pueden detener porque uno de los principales problemas es que los más pobres y vulnerables se quedarían sin alimentación”.

Movant Connection

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *