Los principales países de Europa buscan estimular el transporte de mercadería por ferrocarril a través de distintas políticas que pretenden mejorar su infraestructura, abaratar costos y promover una mayor sustentabilidad.
Por medio del apoyo financiero de la Unión Europea (UE), España, Italia, Francia y Alemania, entre otros, intentan generar una menor dependencia del gas y el petróleo -commodities cuya proveeduría se ve amenazada desde el inicio del conflicto en el Mar Negro- y para eso consideran necesario fortalecer la industria de carga por esta vía.
Actualmente, el transporte de mercadería por ferrocarril abarca el 30 por ciento del mercado logístico europeo, cifras demasiado bajas para la UE, que demuestran superioridad en el volumen manejado por medios más costosos como el marítimo o el transporte por rutas.
Es por eso que el bloque anunció inversiones para la industria a través sus fondos Next Generation, que corresponden a un fondo inicial ideado por la UE destinado a reparar económicamente a los sectores que se vieron perjudicados por la pandemia del COVID 19 y que alcanza un volumen total de 800 mil millones de euros.
BENEFICIO
Gracias a estos fondos, una de las principales naciones beneficiadas será España, cuyo gobierno piensa movilizar casi ocho mil millones de euros por medio de su Plan de Recuperación. Transformación y Resiliencia del Ministerio de Transporte para reactivar la carga ferroviaria antes del 2026.
España es la cuarta economía de la UE y aunque su sistema intermodal destaca dentro del bloque, la participación ferroviaria abarca apenas un 6 por ciento del mercado logístico, con una infraestructura que se extiende apenas en 15 mil kilómetros de vías y 38 terminales de transportes, cifras muy por debajo del promedio de las otras potencias.
Por este motivo, además, España busca desarrollar mayores corredores ferroviarios dentro de toda la Península Ibérica y extender su conexión con Europa con una idea central que convertiría a España y Portugal en una plataforma de ingreso de mercaderías provenientes de África, América y Asia y que descargan en puertos mediterráneos.
POTENCIAS
Italia, por su parte, pretende ampliar su plan de subvenciones para promover el transporte de mercadería por ferrocarril, cuyo esquema actual se dirige principalmente al Sur y a las islas del país y posee una red de subsidios por tren-kilómetros que pretende incentivar el uso de este medio de transporte al menos en una parte del viaje.
En cambio, en Francia durante los últimos años el volumen de carga férrea se redujo a un 9 por ciento del mercado y por eso desde el Ministerio de Transporten ya hablan de una Alianza 4F, que es una iniciativa que pretende duplicar la cuota de mercancía por ferrocarril antes del 2030 y convertirla en un medio completamente sustentable, además de mejorar las conexiones con los puertos marítimos.
Alemania fue otra de las potencias que sufrió un retroceso en su cuota de mercado férreo y por eso anunció un Plan Maestro de Transporte Ferroviario, en el cual, por medio de diez políticas de acción, pretende mejorar la infraestructura y alcanzar precios más para los distintos operadores logísticos que decidan volcarse por este medio de carga.
