Tras los últimos dos años que llevaron al mercado mundial de contenedores al auge con demanda y precios históricos, el 2023 se presenta con muchos desafíos a superar por la industria.
Durante la pandemia del COVID-19, el mercado de contenedores creció de forma exponencial y sin precedentes, pero este año alcanzar nuevas metas no será sencillo.
Los analistas de la consultora especializada Maritime Strategies International (MSI) sostienen que el año presentará tres indicadores que resultarán fundamentales para el sector.
Como principal factor, el comercio internacional tendrá serías dificultades para lograr números positivos debido a la presión que existe principalmente sobre los ingresos de los consumidores.
Por otro lado, para 2023, el MSI pronosticó un crecimiento de la flota global de portacontenedores del 7 por ciento interanual tanto en 2023 como en 2024, e índices superiores al promedio en 2025 e incluso se especula que se podría llegar al 10 por ciento.
El otro aspecto de impacto para el sector, es que las interrupciones en la cadena de suministro global, la mayor problemática del 2020 y el 2021, mostró señales de normalidad y la capacidad efectiva comenzó a recuperarse.
TARIFAS
En la segunda mitad de 2022 se vio una caída precipitada en las tarifas de flete de contenedores al contado, que ahora son mucho más bajas que las tarifas contractuales acordadas entre los cargadores y las líneas a principios de año y esto está provocando un desfasaje de precios y es una incógnita cuál será la referencia en los primeros meses del 2023.
El MSI explica que el nivel de caída en las tarifas de contrato variará según la línea, el enfoque comercial y la cantidad de negocios al contado versus contrato que tengan. No se espera que las tarifas vuelvan a caer a niveles de mercado débiles en la era previa a la pandemia.
A pesar de los ingresos récord del tercer trimestre del 2022, la caída de las tarifas de fletes internacionales podría afectar a las ganancias de las compañías en el corriente año.
Las empresas que se manejen con operaciones al contado deberán ajustarse al nuevo contexto mientras que las que aún mantienen sus contratos verán una mayor longevidad de lo visto en la temporada pasada.
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