El Ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Francisco Bustillo, admitió la existencia de posibilidades concretas de poder avanzar en un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) durante el próximo año.
A pesar de las reiteradas postergaciones por distintas situaciones geopolíticas internacionales, el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia representa el momento oportuno para que la UE avance en nuevos tratados con otros bloques económicos, priorizando al sudamericano.
Por esta razón, Bustillo sostuvo que “si ambos bloques aprovechan esta oportunidad y trabajan debidamente, quizás alumbre finalmente ese acuerdo”, en clara alusión a las negociaciones que se iniciaron hace más de dos décadas, pero nunca pudieron ser concretadas por diferentes factores.
Ahora, la situación en el Mar Negro obliga a Europa a buscar nuevos aliados comerciales y, en este sentido, el Mercosur representa una excelente oportunidad para concretar pactos e inversiones con una región que no es sólo les representar ser un gran proveedor de materias primas, sino también un mercado de más de 450 millones de habitantes.
La oportunidad a aprovechar será en el 2023, en el momento en el que España y Brasil asuman las presidencias pro tempore de sus respectivos bloques y aprovechen la buena relación diplomática que existe entre ambas naciones para promover una nueva alianza bilateral.
ELECCIONES
De todas maneras, el avance de este posible acuerdo depende mucho del resultado de las próximas elecciones presidenciales en Brasil a desarrollarse el 30 de octubre, en donde en segunda vuelta definirán los candidatos Jair Bolsonaro y Luiz Inácio da Silva.
Si bien para Bustillo el desarrollo electoral en primera vuelta en el gigante sudamericano representó “un acto ejemplar”, Europa se mostró en alerta ante el avance de cualquiera de los dos candidatos.
Recientemente, el gobierno de Jair Bolsonaro mostró su descontento con la UE al encabezar un presentar un reclamo en contra de los nuevos criterios ambientales a la importación de productos agrícolas que Europa pretendía imponer, algo que repercutiría negativamente en los exportadores sudamericanos y, en caso de ser reelegido, ambas partes deberán replantearse su postura ante esta situación antes de avanzar en nuevo tratado para los bloques comerciales.
En cambio, la UE ve con mayores probabilidades de éxito a Lula de Silva, sin embargo, el candidato, a pesar de tenar una relación más estrecha con el Viejo Continente, anticipó que quiere que Sudamérica deje de ser sólo un proveedor de materias primas para Europa.
Más allá del resultado, para Bustillo “Brasil va a ser un protagonista mundial y por eso tenemos una ventana de oportunidad cuando coincidan su presidencia y la española en el segundo semestre del año que viene”.
