A pesar de sus intenciones comerciales que buscan combatir la hegemonía china, Europa no logra avanzar con acuerdos con los países de Latinoamérica quienes aún privilegian negociaciones con el gigante asiático.
Si bien la presidente de la Comisión Europea (CE), Úrsula Von der Leyen anunció recientemente progresos en tratados comerciales con Chile y México, desde 2019 la Unión Europea (UE) y las naciones integrantes del Mercosur mantienen acuerdos firmados que actualmente se encuentran estancados, motivo que lleva a los sudamericanos a avanzar con pactos e inversiones provenientes de China.
En un documento destinado a cancilleres, Josep Borrell, Jefe de Políticas Exteriores de la UE, manifestó su preocupación ante el estancamiento comercial con los bloques latinoamericanos porque la imposibilidad de completar acuerdos no sólo desprestigia a Europa, sino que también “permite mayor presencia e influencia de China en América Latina que ya ha aumentado exponencialmente».
De hecho, desde el mismo bloque europeo admitieron que esperan los resultados de las próximas elecciones en Brasil para definir qué postura tomarán debido a los intereses encontrados que mantienen los principales candidatos, Jair Bolsonaro y Luiz Inácio da Silva.
PROBABILIDADES
El panorama con Brasil no es sencillo, sobre todo, con Jair Bolsonaro, quien buscará su reelección, luego de que en los últimos meses su gobierno endureciera su postura contra Europa al presentar un reclamo en contra de los nuevos criterios ambientales a la importación de productos agrícolas que Europa pretendía imponer, algo que repercutiría negativamente en los exportadores del sector, siendo los sudamericanos los principales perjudicados.
Con Lula da Silva, a quien la UE considera con mayores probabilidades de imponerse en los próximos comicios, hubo una relación más estrecha durante sus dos gobiernos, pero, en caso de vencer, el candidato anticipó que no quiere ser solo un proveedor de materias primas para Europa.
En cuanto a Argentina, el diálogo con China ya lleva dos años y se encuentra en su pico más alto, algo que para Europa significa un distanciamiento en posibles acuerdos con el país rioplatense, histórico proveedor del Viejo Continente.
De todas maneras, cualquier intento de modificar los tratados vigentes deberá ser previamente aprobado por los cuatro países del Mercosur y los 27 de la UE.
PANORAMA
Más allá del anuncio de progresos comerciales con México y Chile, Europa tampoco han logrado desarrollar lo firmado cuatro años con el país centroamericano a ráiz de las especulaciones que generan en el Viejo Continente el manejo mexicano de derechos ambientales y laborales.
Los tratados con Chile, por su parte, aún no fueron implementados porque París bloqueó los acuerdos ante el reclamo de los agricultores francés por el aumento de las importaciones de pollo provenientes de la nación andina.
Para Javi López, delegado del Parlamento Europeo para América Latina, sólo “se necesita invertir tiempo y capital político para mejorar las alianzas” y anunció que, tras siete años, Europa organizará una cumbre con los países latinoamericanos.
