El arte del buen dormir

La rutina de un profesional abocado a la logística o al comercio exterior puede producir múltiples problemas al momento de dormir o conciliar el sueño.

La Dra. María Florencia Angellotti, neuróloga argentina experta en medicina del sueño, nos explica las bondades de esta especialidad, las consecuencias de no dormir bien y por qué no es lo mismo dormir que descansar.

¿Qué es exactamente la medicina del sueño y qué trata?

La medicina del sueño es un área de manejo multidisciplinario en la que participan tanto neurólogos, como neumonólogos, otorrinolaringólogos, e incluso profesionales del área de salud mental, como psiquiatras o psicólogos, debido a que los problemas de sueño no solo tienen una incidencia global altísima, sino que tienen diferentes causas y por ende distintos enfoques. El insomnio, es por lejos la patología más frecuente, pero también hay otros trastornos respiratorios en el sueño, como el ronquido y las apneas.

¿Existe algún estudio que indique a qué perfiles afecta más?

En realidad, eso es relativo al problema de sueño sobre el cual hablemos. El insomnio en general es más prevalente en mujeres y el ronquido las apneas en los varones, pero es una generalidad… También es necesario considerar que, a raíz de la pandemia, en tres años todo cambió drásticamente. Después de la pandemia: todos los trastornos de sueño se exacerbaron, sobre todo, el insomnio. La gente consulta mucho por mal descanso nocturno y sensación de cansancio al despertar pese a dormir muchas horas.

¿Es posible generar una rutina para mejorar el sueño?

No es lo mismo dormir que descansar. Dormir bien implica que nuestro cerebro pueda llevar a cabo funciones vitales como producir hormonas, fijar la memoria, depurar desechos, reparar teijdo. Existen algunas medidas generales que pueden contribuir a dormir mejor, a “establecer una rutina de sueño”. Nuestro cerebro está entrenado para dormir cuando percibe oscuridad y para estar despierto cuando detecta luz (no distingue entre en la luz artificial y la natural del día). Es por eso, que el uso de dispositivos electrónicos en la cama puede demorar el inicio de nuestro sueño. Una rutina correcta implica hábitos: la habitación debería ser sólo para dormir o tener intimidad, no para comer, trabajar o ver televisión. Una buena clave puede ser distinguir entre la ropa cómoda que usemos de día y la ropa que usemos para dormir, es decir cambiarnos al ir a acostarnos, tener un adecuado nivel de temperatura y luminosidad, etc. El momento de ir a dormir deber ser un ritual.

Al respecto, ¿considerás que tenemos una mala rutina de sueño?

Hay varias cosas que no hacemos de la forma correcta, pero, como falta mucha difusión y educación, solemos naturalizar el dormir mal, aunque descansemos 7 u 8 horas (lo ideal). Entonces, el mal sueño deriva en cansancio crónico, dolor de cabeza, sensación de distracción y olvidos, depresión, alteraciones hormonales y hasta cambios en el peso corporal.

¿Y en el caso del profesional del sector…?

Muchas veces, cuando nos apoyamos en la almohada, comenzamos a pensar en todo lo pendiente del día siguiente. En referencia al sector, puede ser el cargamento que va a venir de China, el ingreso al país de una determinada carga, etc. Ocurre que la cabeza sigue trabajando y al momento de quedarse dormido, cualquier estímulo nos despierta. Esto se llama “Estado de Hipervigilancia”, estamos atentos a los estímulos del medio y es un claro signo de estrés permanente y, si no lo tratamos, se transforma en un círculo vicioso.

Además, en el área del comercio exterior y la logística, de por sí hay variaciones horarias debidas al trabajo en sí por negociar con países de diferentes husos horarios. Otras personas que conducen transportes por tierra manejan muchas horas seguidas y en este punto es clave la pesquisa de somnolencia diurna, sobre todo al volante, lo que potencialmente es muy grave porque puede ocasionar accidentes.

¿Qué consejos darías a aquellos que no duermen correctamente?

Como mensaje general, sea cual sea la profesión u ocupación, incluso en estudiantes, aconsejo que, si tienen un problema de sueño, traten de pensar qué está sucediendo: “¿me cuesta dormir?”, “¿me despierto muchas veces?”, “¿me dicen que ronco o que pateo dormido?”, y si pese a las medidas generales recomendadas no podemos dormir bien, es conveniente consultar a un especialista. Tiene que consultar a un profesional. Dormir mal no es “lo que me tocó”, es un problema de salud, y tiene solución. Mejorar la calidad de sueño impacta en nuestro día a día y puede cambiar nuestra calidad de vida. Entonces, ante cualquier inconveniente, hagan una consulta.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *