Durante el 2022, cada persona del planeta consumió en promedio una tonelada de carbón, cifra que representa un pico histórico y genera alarma en el medio ambiente al ser considerada la fuente de energía más contaminante.
Así lo indica un informe publicado recientemente por la Agencia Internacional de Energía (AIE), en donde estima un consumo aproximado de 8.025 millones de toneladas (Mt) en todo el año actual, la cifra anual más alta de la que se tenga registro, superando de esta manera el récord anterior alcanzado en 2013, cuando se usaron 7.997 Mt de carbón.
China fue el principal consumidor de este hidrocarburo, que usó más de la mitad de la producción mundial: 4.250 Mt, mientras que el segundo país del ranking fue India con 1.103 Mt, el doble de lo que consumieron los países de la Unión Europea (UE) en conjunto: 478 Mt.
Justamente, desde Europa, el consumo de carbón fue apenas superior al de Estados Unidos (que usaron 465 Mt), pero los norteamericanos redujeron su uso con respecto a 2021, al contrario de lo logrado por los otros grandes mercados de este combustible fósil.
Esto supone un enorme revés a los esfuerzos para reducir el calentamiento global, ya que la quema de carbón es la principal fuente de dióxido de carbono del mundo, el gas que más contribuye a calentar el planeta y, además, significa un fuerte retroceso con respecto a los avances logrados hasta 2020, año en el que se había llegado a una importante merma en el consumo.
CAUSAS
Aunque diversos factores contribuyeron a que aumentara el uso del carbón, las principales causas fueron la postpandemia y la guerra en Ucrania.
«La invasión rusa de Ucrania a fines de febrero provocó un aumento en los precios del gas, lo que a su vez llevó a los precios del carbón a nuevos récords en marzo y durante el verano», señala el informe «Carbón 2022» de la AIE.
Sin libre acceso al gas ruso, muchos países europeos volvieron a usar carbón para potenciar su red eléctrica.
Una producción más baja de energía hidroeléctrica, debido a las sequías, y problemas técnicos en las centrales nucleares francesas, que alimentan el sistema eléctrico europeo, ahondaron la dependencia del carbón en la región.
En este contexto, los tres productores mundiales más grandes de ese hidrocarburo, China, India e Indonesia, llevaron su producción a niveles récord.
2023
El informe de la AIE estima que el consumo de carbón alcanzará su techo entre este año y 2023, y que luego se estabilizará hasta 2025, cuando comenzará a decaer.
Keisuke Sadamori, Director de Mercados Energéticos y Seguridad de la AIE, sostuvo que “hay muchas señales de que la crisis actual está acelerando el despliegue de energías renovables, eficiencia energética y bombas de calor, y esto moderará la demanda de carbón en los próximos años».
El organismo también resaltó que a pesar de los «altos precios y cómodos márgenes para los productores de carbón», no han aumentado las inversiones en proyectos para exportar este combustible.
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