La inauguración de su primera Planta Industrial de Carbonato de Litio es la “punta de lanza” del país para generar riqueza y empleo en las múltiples actividades asociadas a este mineral estratégico.
A partir de la alta demanda asociada con la transición energética sotenible, la industrialización del litio se ha convertido en un camino clave para la generación de riqueza y empleo con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la población.
De esta forma, Bolivia, que cuenta con las mayores reservas mundiales de este mineral estratégico, busca competir con los grandes productores internacionales y posicionarse en el mercado no solo como proveedor de materia prima.
Una industria estratégica
“Esta es la punta de lanza, una de las más importantes industrias que estamos dando inicio en su producción. Hay todavía mucho por hacer, luego vendrán las industrias que se derivan del litio y tenemos como país ese horizonte”, sostuvo el presidente del país altiplánico, Luis Arce, durante el acto de la inauguración de la planta.
Por su parte, la presidenta de la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Karla Calderón, precisó que la planta producirá inicialmente el 30% de su capacidad durante 2024, y para 2025 llegará al 100% y alcanzará las 15.000 toneladas de carbonato de litio.
En esta línea, el primer mandatario boliviano pidió al equipo de YLB no solo estar entre los principales productores de materia prima para la fabricación de baterías de litio, sino competir en el desarrollo de tecnología y estar a la par de las empresas que realizarán ese trabajo en Bolivia y que aceptaron las condiciones del Estado para la explotación y comercialización del litio boliviano.
“Por esa la exigencia a nuestro equipo de YLB, que tiene que ser la vanguardia mundial, porque somos la reserva más grande del planeta y, por lo tanto, tenemos que ser de aquí a unos años, tenemos que ser la primera empresa en tecnología en el desarrollo del litio también en el planeta”, destacó.
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