Managment logistico


¿Qué representa para vos en lo profesional y personal este nuevo mandato al frente de Analdex?

Es un inmenso compromiso. Una gran responsabilidad que le entrega a uno la junta directiva, para liderar este equipo que busca hacer que Colombia sea un país mucho más articulado con la economía internacional.

En definitiva, trabajar en pro de las organizaciones y de la logística, es decir, del comercio exterior como un todo.
Lo vivo con muchas expectativas, pero también con mucha satisfacción, ya que cada año hemos logrado cumplir con los objetivos propuestos y siempre con la carta de renuncia a disposición de la junta, para que, si consideran que no estoy haciendo las cosas bien, o si hay alguien que lo puede hacer mejor, bienvenido.


¿Cómo describirías la situación actual del comercio exterior colombiano?

Colombia es un país que no está muy articulado con la economía internacional, donde tenemos una economía que sigue siendo muy cerrada.

Buena parte de nuestro aparato productivo nacional y del consumo se localiza en el centro del país, en un triángulo entre Bogotá, Medellín y Cali. La economía nacional siempre se desarrolló alrededor de esta zona y no estábamos pensando en la economía internacional cuando llegó la globalización de los años noventa.

Esto nos obligó a pensar cómo articular nuestra economía con la economía internacional y, desde entonces, hemos buscado vincularnos con las cadenas globales de valor, pero cuando uno mira las cifras lo que exporta Colombia es muy poquito.

Cuando uno mira las exportaciones per cápita de los países de la región, Colombia debería estar exportando más de 100.000 millones de dólares y estamos escasamente en los 50.000 millones, por lo que el reto es inmenso.
Adicionalmente, estamos muy concentrados en productos minero-energéticos, como petróleo, carbón, ferro, níquel y oro, por lo que no solamente el reto es exportar más, sino también diversificar esa canasta exportadora.

Para que los sectores agrícola, agroindustrial y de manufacturas, tengan una mayor participación en esas exportaciones.
Por otro lado, el comercio es de doble bien. Si yo exporto, necesito importar materias primas e insumos, y debemos lograr facilitar ese comercio contando también con una logística importante, dinámica y eficiente.


¿Y en cuánto a la logística internacional?

En esa materia las noticias no son buenas, ya que Colombia ha venido retrocediendo, tanto en el ranking de internacionalización como en el de los costos logísticos.

Nuestro Departamento Nacional de Planeación realiza una encuesta logística cada dos años y, a fines del año pasado, supimos que pasamos de un costo logístico del 12% del valor de los productos, a un 17,9%, por lo que retrocedimos de manera grave.

Para ser más competitivos en materia logística debemos trabajar en un sistema de transporte intermodal, ya que nosotros dependemos de un solo modo de transporte que es el camión por carretera.

Necesitamos el tren, necesitamos articular la navegación fluvial, particularmente del Río Magdalena, que atraviesa gran parte de la geografía del país y que en buena parte es navegable. Recuperar esos modos de transporte resulta fundamental para bajar los costos logísticos.


¿Cuál es la importancia del comercio exterior para la sociedad y el común de la gente?

El comercio internacional impacta a toda la sociedad, porque hay una serie de bienes que uno tiene que importar porque no los produce, ningún país produce el cien por ciento de los bienes o servicios que necesita, entonces tiene que importar.

Nosotros en la industria de alimentos tenemos que importar trigo. Como país tropical, no tenemos una productividad como la tienen los países que tienen estaciones para producir trigo.

Por lo que tenemos que importar trigo y con el trigo se fabrica el pan y las pastas alimenticias. Entonces, la persona que está en su casa dice “a mí el comercio internacional no me pega”. Pero sí, lo que pase con el precio del trigo le impacta el precio del pan y eso es lo que usted compra todas las mañanas para su familia.

Nosotros vemos la exportación como un sector que permite generar empleo y bienestar, que es importante para los colombianos. Cuando un extranjero compra un producto colombiano en el exterior, está pagando el salario de un trabajador colombiano, que está involucrado en ese producto que exportamos.

Entonces, la generación de empleo y de bienestar se logran a través de las exportaciones. Pero adicionalmente las exportaciones nos generan dólares, los ingresos para comprar en el exterior lo que no producimos, las importaciones.
Por eso también es falsa la idea de que exportar es bueno e importar es malo, porque precisamente se exporta para poder importar lo que no se produce. Es una pista de dos vías y las dos son fundamentales.

La gente tiene que entender eso para comprender por qué es importante que un país exporte mucho más, que un país tenga una mayor articulación con la economía internacional. Y en medio de eso está la logística, el cómo hacer que un producto llegue de la manera más eficiente.


¿Cuáles son los objetivos que te planteas para tu nuevo mandato?

Los retos son lograr que Colombia tenga una mayor participación del comercio exterior dentro del Producto Interno Bruto, que la economía sea mucho más abierta y lograr ser mucho más competitivos y eficientes.

Para eso tenemos que trabajar unas variables transversales que no son fáciles porque, claro, uno quisiera ver resultados de manera inmediata, pero resulta fundamental trabajarlas para lograr en el mediano o largo plazo esos objetivos.
Un ejemplo de estas es la educación. Resulta fundamental para un país que quiera ser competitivo a nivel internacional tener una población mucho más educada.

Y ahí nuestra tarea es ver cómo impulsamos eso. Nosotros logramos en Colombia tener una mayor cobertura en materia de educación gratuita, incluso a nivel universitario, pero nos falta trabajar mucho el tema de calidad de esa educación.
Estamos teniendo indicadores que no son los adecuados en matemáticas, en comprensión de lectura y en ciencias. Creo que tenemos que hacer un esfuerzo para lograr que nuestros niños tengan una mejor educación, una educación de mayor calidad.

Si uno trabaja eso, va a tener una población que esté mejor capacitada y preparada para enfrentar los retos que impone esta globalización y la competencia entre los países.