Un reciente informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) destaca que en enero de 2024, las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas cayeron un 28,5% en comparación con el mismo mes del año anterior, según datos ajustados por inflación.
Además, se observó un descenso del 6,4% en comparación con el mes anterior, después de ajustar las variaciones estacionales. Este comienzo de año estuvo marcado por un bajo rendimiento en el sector comercial, caracterizado por una escasa actividad y una menor afluencia de clientes en los establecimientos.
Teniendo en cuenta que el 93% de la cargas en Argentina se transportan en camión por carretera, los recientes aumentos en los costos en autotransporte de cargas impactan directamente en los precios. A esto se le debe sumar, el otro índice de costos logísticos, que acaba de publicar la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (CEDOL).
En este sentido, los costos logísticos fueron afectados por el primero de los dos tramos del incremento de paritarias del CCT 40/89 acordado en diciembre de 2023 (25,1%), así como el aumento de combustibles (22,59%).
Otro impacto destacable vino dado por los aumentos generalizados reflejados en el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM), elaborado por el INDEC, que mostró una suba del 54,03%. También tuvieron lugar aumentos en seguridad de edificios (17,51%), telecomunicaciones (15,59%) y pallets (26,28%).
Esta información proviene del Índice de Ventas Minoristas Pymes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que se basa en una encuesta mensual realizada entre 1,256 comercios minoristas de todo el país, llevada a cabo los días 1 y 2 de febrero de 2024.
«En líneas generales, los negocios encuestados coinciden en que enero fue un mes poco productivo, principalmente debido a la incertidumbre económica y al marcado aumento de los precios, que no se vio acompañado por un incremento en los salarios» explican en el informe de CAME.
Esto resultó en un encarecimiento generalizado para el consumidor promedio, lo que llevó a una selección más cuidadosa de compras, priorizando las necesidades más urgentes para conservar los ingresos. Sin embargo, queda una demanda postergada considerable, y se espera que parte de ella pueda recuperarse durante febrero.
En este sentido, seis de los siete sectores analizados experimentaron reducciones en sus ventas en comparación con el año anterior. La mayor disminución anual se observó en el rubro de Farmacias (-45,8%), seguido de Alimentos y Bebidas (-37,1%). El único sector que mostró un incremento fue el de Textil e Indumentaria (+0,9%).
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