El BID advierte sobre desafíos para LATAM en los próximos meses

En la última edición de su “Monitor de Comercio e Integración”, el Banco Interamericano de Desarrollo pronostica que continuará la tendencia a la baja de los principales productos de exportación de la región.

En el mismo, precisa que, si bien el desempeño comercial de América Latina y El Caribe fue mejor que el promedio mundial, las exportaciones de bienes de la región entraron en una fase de contracción debido a una caída de los precios y un progresivo debilitamiento de los flujos reales, en tanto que las ventas de servicios se desaceleraron.

Como consecuencia, y debido a que la caída en los precios de las importaciones fue menor que la registrada en las exportaciones, los términos de intercambio de la región continuaron deteriorándose.

De acuerdo con el organismo internacional, para los próximos meses las perspectivas apuntan a una continuidad de la tendencia bajista en los precios de los productos básicos.

Buenas señales

Si bien el pesimismo sigue presente en las perspectivas de los operadores comerciales, con un trasfondo de inestabilidad macroeconómica y creciente fragmentación geopolítica global, los países de América Latina y El Caribe mostraron un leve progreso en la integración regional, destaca el BID.

El coeficiente de comercio intrarregional aumentó y mejoraron algunos indicadores de la integración productiva. Sin embargo, las limitaciones de la integración física siguen causando altos costos de transacción en las operaciones del comercio exterior y en la dimensión institucional no se registraron avances trascendentes, a pesar de algunas iniciativas puntuales a nivel subregional”.

Desafíos por venir

A pesar de los indicadores positivos antes mencionados, no faltan los retos para la región, en línea con las grandes tendencias que marcan el futuro de los negocios internacionales, las cuales prometen cambiar en varios aspectos las reglas del juego, tal como se destaca en el informe.

Las previsiones de menor dinamismo estructural del comercio global, el nuevo auge de las políticas industriales y la incorporación en las políticas comerciales de objetivos asociados a la transición a economías bajas en emisiones, tendrán impacto en la capacidad de la región de participar en los mercados mundiales”.

Pero, a la vez, señala que “este entorno brinda también oportunidades. Entre los sectores con potencial sobresalen los alimentos, claves para la seguridad alimentaria global debido a la importancia de ALC en la producción y el comercio mundial”.

En esta línea, y a modo de conclusión, el Banco Interamericano de Desarrollo recomienda, “ante estos retos, de la mano con el sector privado, los ministerios de agricultura y comercio exterior deberán trabajar conjuntamente para reimpulsar la productividad y recuperar competitividad, con políticas integradas que respondan a una multiplicidad de objetivos y contribuyan a superar la disyuntiva de lograr simultáneamente el aumento de la producción y la reducción de su impacto en el medioambiente y el cambio climático”.

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