Especialistas vaticinan un crecimiento alrededor del 30 por ciento de capacidad en el mercado del portacontenedores para el 2024 debido al aumento de encargos de nuevas embarcaciones de navieras a armadores, a pesar de la reciente caída en los precios internacionales.
De hecho, gracias a este nuevo pedido, las unidades equivalentes a veinte pies (TEU), calculadas en 7,1 millones de unidades den la actualidad, podrían sumar poco más de cinco millones TEU en los próximos dos años, aún cuando se ha producido un gran estancamiento en la demanda.
Tras haber vivido los dos años más rentables en su historia a partir de la pandemia, existe preocupación en la industria por poder absorber el volumen de portacontenedores nuevos adquiridos por las principales compañías marítimas, que no dejan de realizar encargos a pesar del presente en caída en los precios de los fletes.
De todas maneras, esta conducta comercial no es nueva: anteriormente el transporte marítimo ya ha demostrado que, al obtener grandes ganancias, solicitan una gran cantidad de embarcaciones nuevas, hecho que garantiza una estabilidad en las tarifas de carga transoceánica.
MERCADO
El anterior pico de encargos fue en el 2008, cuyo encargo de 6,6 millones de TEU equivalía al 60 por ciento de la capacidad de la flota disponible en los puertos, aunque el crecimiento proyectado superaría los 2 millones de TEU en 2023 y en 2024.
En este sentido, la consultora especializada Alphaliner mostró su inquietud al sostener que “todavía no se sabe si el mercado podrá o no absorber este crecimiento”, mientras que desde la operadora internacional Maersk aseguraron que lo que verdaderamente importa es “conocer la capacidad desplegada en comparación con la demanda existente y no la cantidad de buques disponible”.
En otras palabras, las principales navieras no navegarán toda su capacidad a menos que haya demanda, por lo que aseguraron que sólo proporcionarán la capacidad solicitada por los clientes.
Al respecto, los especialistas recomendaron desguazar los buques más antiguos, algo que, debido al volumen histórico de solicitud mundial de carga no realizaron en los últimos dos años y que actualmente se presenta como una alternativa “para descartar del mercado los barcos más viejos y más contaminantes”, porque, de hecho, en los pedidos de los nuevos portacontenedores se hizo mucho énfasis en combustibles sustentables.
Otras alternativas sugeridas incluyeron un pedido a transportistas para aumentar su velocidad de navegación, acción que no sólo impactaría en la reducción de costos de combustibles y mejoraría el suministro, sino que obligaría a retirar hasta un 15 por ciento de la capacidad de la flota actual.
