México: líder en materia fiscal para el comercio exterior a nivel internacional

En el ámbito económico internacional, México ha acaparado recientemente la atención debido a diversos temas. No obstante, las dificultades logísticas surgidas a raíz de la pandemia por COVID-19, que se prolongaron hasta 2022, han generado una serie de desafíos en el comercio internacional. En este contexto, dado que uno de los principales mercados en el planeta son los Estados Unidos de América, el mundo ha identificado en México una necesidad y una oportunidad.

Su posición geográfica privilegiada, junto con una fuerza laboral altamente calificada, abundantes recursos naturales y una sólida estabilidad macroeconómica y política, lo convierten en un destino atractivo para la inversión extranjera. Además, México es una economía abierta con una red de 14 Tratados de Libre Comercio con 50 países, lo que amplifica su atractivo como destino de inversión.

Este escenario ha suscitado un interés creciente en trasladar empresas y establecer fábricas en territorio mexicano, con el objetivo de producir bienes destinados al mercado internacional. Ante esta coyuntura, surge la pregunta: ¿Qué acciones o medidas puede implementar México para potenciar aún más la atracción y la rentabilidad de la inversión en la apertura de nuevas fábricas en su territorio?

A diferencia de otros países de la región de América Latina y el Caribe, México ha implementado una estrategia innovadora a través de sus “Zonas Económicas Especiales” (la Zona Libre de la Frontera Norte y la Zona Libre de la Frontera Sur). Estas zonas adoptan modelos similares a las conocidas «zonas francas», ofreciendo a las empresas una serie de incentivos fiscales para fomentar su establecimiento en estas áreas.

Los beneficios para las empresas que operan en estas Zonas Económicas Especiales son significativos. Estos incluyen la exención del Impuesto General de Importación IGI y la eliminación del Derecho de Trámite Aduanero, que es una cuota aplicada a cada operación aduanera. Además, se ofrece una reducción en la tasa del Impuesto al Valor Agregado – IVA, que en el resto del país es del 16%, pero en estas zonas se reduce al 8%. Asimismo, las empresas pueden beneficiarse de una reducción en el pago del Impuesto Sobre la Renta – ISR, fijado en un máximo del 20%, en comparación con el 30% aplicado en otras partes del país sobre las utilidades totales anuales de las empresas.

Estos incentivos fiscales no solo promueven la inversión y la creación de empleo, sino que también contribuyen al desarrollo económico regional y al aumento de la competitividad de México en el ámbito internacional.

Por otro lado, junto con las Zonas Económicas Especiales, México ofrece una opción similar conocida como Recinto Fiscalizado Estratégico. Este concepto se refiere a un espacio físico autorizado para la introducción de mercancías bajo el régimen aduanero correspondiente. En este recinto, las mercancías, ya sean extranjeras, nacionales o nacionalizadas, pueden ser manipuladas, almacenadas, exhibidas, vendidas, distribuidas, elaboradas, transformadas o reparadas por un tiempo limitado. Este régimen está sujeto a la supervisión y control de la Autoridad Aduanera en México.

Las empresas que operan dentro de un Recinto Fiscalizado Estratégico disfrutan de beneficios significativos, como la importación de materias primas o mercancías sin el pago del Impuesto General de Importación – IGI; no obstante, si las empresas instaladas dentro del Recinto deciden comercializar sus productos en México, tienen la opción de nacionalizarlos, lo que implica pagar el impuesto correspondiente de importación. Además, este régimen ofrece la posibilidad de almacenar ciertas mercancías sin pagar el Impuesto General de ImportaciónIGI ni cumplir con regulaciones y restricciones no arancelarias, a excepción de las de índole sanitario. Estas mercancías pueden permanecer en el recinto bajo custodia de la autoridad aduanera por un período de hasta 36 meses, una vez cumplido este periodo las mercancías deben ser exportadas o nacionalizadas al territorio nacional.

Sin embargo, México ha dado un paso más en materia fiscal para beneficiar a las empresas manufactureras establecidas en el país o a aquellas que realizan maquila para la exportación. En este sentido, el país ha implementado programas diseñados específicamente para empresas que importan materias primas para la transformación, elaboración o reparación de sus productos conocidos como Programas de Fomento. Dos de estos programas son:

  • Programa de Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicio de Exportación (IMMEX).
  • Programas de Promoción Sectorial (PROSEC).

De los programas de fomento en México:

Estos programas tienen como objetivo aumentar la competitividad del aparato productivo mexicano en el mercado internacional, proporcionando incentivos y facilidades para la importación y transformación de materias primas con fines de exportación.

El Programa de Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicio de Exportación (IMMEX) es una iniciativa del Gobierno de México, administrada por la Secretaría de Economía, que permite a empresas manufactureras, maquiladoras y de servicios de exportación realizar importaciones temporales de materias primas y componentes para su transformación y posterior exportación. También abarca la importación de contenedores, material de empaque, equipos, aparatos y maquinaria utilizados en estos procesos o servicios, con la premisa de que estos elementos se exportarán y no permanecerán en el país.

Desde el punto de vista fiscal, el programa IMMEX ofrece diversos beneficios. Los inversionistas extranjeros en el sector manufacturero pueden acceder a exenciones del Impuesto General de ImportaciónIGI, siempre y cuando no se presuma alguna triangulación con países como EEUU, la Unión Europea o los países de la Asociación Europea de Libre Comercio. Además, se exime del Impuesto al Valor Agregado – IVA del 16%, así como del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios – IEPS, que puede variar desde el 8% hasta el 160% sobre el costo del producto, y de las llamadas cuotas compensatorias aplicadas a algunos productos.

Entre los beneficios adicionales, las empresas autorizadas por el Programa IMMEX pueden operar en cualquier parte del país, no limitadas a zonas específicas como en el caso de las Zonas Económicas Especiales o el Recinto Fiscalizado Estratégico. Sin embargo, es importante destacar como punto negativo que el programa no ofrece incentivos para reducir el pago del Impuesto Sobre la Renta – ISR, el cual puede alcanzar hasta el 30% de la renta anual de la empresa. Asimismo, mencionar que al momento de la importación el IVA e IEPS son cobrados inicialmente, y su devolución está sujeta a la demostración de la exportación de los bienes producidos, caso contrario existen otros mecanismos para no realizar de esta forma la exención de IVA e IEPS, sin embargo, ocasionan gastos operativos y un incremento en las tareas de índole administrativas.

El Programa de Promoción Sectorial (PROSEC) constituye una herramienta valiosa para personas morales (personas jurídicas) dedicadas a diversas industrias de producción en México. Este programa permite la importación de mercancías con arancel ad-valorem preferencial (tasa PROSEC), que luego son empleadas en la elaboración de productos específicos destinados a la exportación o a la venta en el mercado nacional.

Los sectores beneficiados por el PROSEC abarcan una amplia gama de industrias, como la eléctrica, electrónica, muebles, juguetes, calzado, minería, metalurgia, bienes de capital, entre otros.

Una ventaja significativa del PROSEC respecto al programa IMMEX radica en que las empresas no están obligadas a exportar los productos fabricados con materiales extranjeros. Estos productos pueden ser comercializados en territorio nacional sin cargos adicionales.

Sin embargo, al igual que el programa IMMEX, el PROSEC no ofrece beneficios de reducción en el Impuesto Sobre la Renta – ISR.

Finalmente agrego que, como parte de las acciones del Gobierno de México el pasado 5 de junio de 2023 se anunció el DECRETO, que fomenta la inversión en los Polos de Desarrollo para el Bienestar del Istmo de Tehuantepec. Estos polos, cercanos al Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, prometen ser un atractivo para las empresas que buscan una conexión estratégica con los océanos Pacífico y Atlántico.

Los incentivos fiscales para las empresas que se instalan en estos polos incluyen:

  • Descuento del 100% del Impuesto Sobre la Renta en los primeros 3 años de operación, y el 50% durante los siguientes 3 años. Si se alcanzan metas de empleo, el descuento podría llegar hasta el 90%.
  • Exención del Impuesto sobre el Valor Agregado IVA en las operaciones realizadas dentro de los Polos y entre ellos durante 4 años.

Cabe destacar que estas medidas están sujetas a los requisitos establecidos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México.

Como conclusión se puede decir que México ofrece una serie de herramientas fiscales que lo posicionan como un destino atractivo para la inversión extranjera en el ámbito del comercio exterior. Estas medidas no solo aprovechan la ubicación geográfica privilegiada y la mano de obra calificada, sino que también proporcionan a las empresas la competitividad y una carga fiscal moderada para alcanzar sus objetivos y metas.

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