Logística humanitaria desde Panamá hacia todo Latinoamérica

Profesionalizar la gestión logística internacional de la asistencia humanitaria resulta vital para poder llegar dónde y cuándo se necesita de la forma más eficiente.

 Sobre esto dialogamos con Carles Gisbert, CEO de Logística Humanitaria, una empresa con alma de ONG que mide su éxito por el alcance de su ayuda y no por sus réditos económicos.

¿De qué se trata Logística Humanitaria?

Logística Humanitaria es una empresa con vocación de ONG creada hace 15 años. Yo vengo del sector humanitario, trabajaba como oficial humanitario en Cuba para una ONG internacional, y me di cuenta que teníamos tipos de emergencias recurrentes para las que necesitábamos los mismos tipos de productos, los cuales generalmente no se encontraban a disposición en la región en las cantidades necesarias, por lo que había que traerlos lo antes posible desde Europa o desde Asia, lo que implicaba un alto costo en transporte aéreo.

Así fue como surgió la idea de crear un centro logístico de compras y de almacenamiento, que concretamos con la creación de Logística Humanitaria, cuyo objetivo era generar acuerdos con empresas especializadas en la fabricación de material para emergencias para que las mismas “deslocalizaran” partes de su stock para posicionarlo en Panamá.

El concepto era plantearles a las empresas que posicionando parte de su producción en Panamá iban a tener mayores probabilidades de venderla y, al mismo tiempo, el sector humanitario se vería beneficiado al contar con una entrega prácticamente inmediata (a precios garantizados), evitando los altos costos aéreos al poder utilizar, con más tiempo, el transporte marítimo.

Así fue como comenzamos a operar, por ejemplo, apoyando a agencias de Naciones Unidas y o instituciones como la Cruz Roja. Nuestra vocación de ONG se debe a que Logística Humanitaria es una empresa con un objetivo social, no tiene socios capitalistas, y somos un equipo de 10 personas con salarios fijos que trabajamos, no para maximizar nuestros beneficios, sino para potenciar el servicio que brindamos a las organizaciones.

¿La localización en Panamá responde a su posición geográfica estratégica?

Totalmente. Panamá cuenta con una gran infraestructura logística, impulsada por el Canal que permite conectar los océanos Pacífico y Atlántico. Es también un importante hub aéreo para toda la región, que permite llegar de forma efectiva a todo Latinoamérica, que es el objetivo de Logística Humanitaria: desde Panamá poder acceder a México, a las islas del Caribe y a todo el Cono Sur.

Cuando trabajaba en Cuba para la ONG, en una oportunidad fui enviado a Panamá para hacer un curso de emergencias, y así conocí la zona franca más grande de América y los incipientes centros logísticos que estaban desarrollando la ONU a través de su agencia UNHRD y la Federación Internacional de la Cruz Roja (IFRC), ente otras agencias. Si bien estos centros trabajan en una línea similar a la nuestra, están pensados para asistir, respectivamente, a las necesidades propias de estas organizaciones. Mientras que el resto del sector humanitario que opera en la región no contaba con esta posibilidad de optimización, entonces la idea fue crear una tercera estructura para dar ayuda a estas organizaciones.

 

¿Qué tipos de productos son los que más se suelen gestionar para asistir ante emergencias?

 Muchos de ellos son muy recurrentes. Ante cualquier emergencia, lo primero que se solicita es agua. Por lo tanto, muchos de los productos que tenemos están enfocados al abastecimiento de agua: pastillas potabilizadoras, tanques para acopio, recipientes que permiten reciclar y potabilizar el agua, entre otros.

Luego, otro elemento muy importante se relaciona con la necesidad de proveer refugio. Por ejemplo, ante un terremoto, las casas se caen y se buscan espacios seguros para asentamientos que normalmente requieren tiendas de campaña, y nosotros contamos con modelos diseñados y fabricados especialmente para emergencias humanitarias. También contamos con stock permanente de mosquiteros impregnados, que son muy utilizados para enfrentar crisis de malaria.

 Por otro lado, es sumamente importante proveer dignidad a las familias que están enfrentando situaciones de estas características, porque ante las emergencias mucha gente pierde todo lo que les permite ser humanos. Entonces se debe cubrir la necesidad de estar aseados, para lo que proveemos kits de higiene para la familia, que están diseñados para abastecer, durante un mes, las cantidades requeridas de jabón, champú, toallas sanitarias, pasta dental, etc.

¿Cómo planifican la demanda siendo tan impredecibles las emergencias?

Es un tema complejo, te comparto una anécdota al respecto. En 2010 ocurrió el terremoto de Haití, en el que murieron más de 400 mil personas, el país quedó completamente arrasado y fue una emergencia descomunal.

Tras esta experiencia, las ONGs llegaron a la conclusión de que tenían que estar preparadas para emergencias de esa magnitud y por eso se sobre-stockearon con 10 mil kits de higiene cada una, con cualquier cantidad de tiendas, entre otros. Finalmente, por un periodo de casi tres años no se registraron emergencias de magnitud y todos estos kits comenzaron a expirar, los costes logísticos de almacenamiento resultaron altísimos porque los volúmenes eran muy grandes. Entonces, concluimos que tenemos que estar preparados para una emergencia mediana y sí contar con los mecanismos para poder reaccionar rápidamente, porque es ineficiente estar preparados continuamente para situaciones como la de Haití.

Entonces, regularmente tenemos un stock pre-posicionado como para 1.000 o 2.000 familias que se va renovando a medida que se reposiciona el material que vamos entregando.

¿Cómo es la coordinación de la logística internacional de estos productos?

En general trabajamos con envíos marítimos, aunque también hemos realizado transporte por vía terrestre para Centroamérica, por ejemplo, desde Panamá a Nicaragua.

Desde Panamá estamos a dos días de Cuba, a dos de Haití, a seis de Perú, son tránsitos rápidos que realizamos con distintos forwarders comerciales con los que trabajamos.

También en el modo aéreo hacemos envíos regionales, a través de vuelos comerciales o de carga donde contratamos un espacio. Solo en casos excepcionales como en el Haití se contratan vuelos charter.

En cuanto a la gestión administrativa de los tránsitos internacionales, nuestro departamento de logística continuamente genera relaciones y acuerdos para visibilizar que hacemos ayuda humanitaria para emergencias, ante lo que agradecemos nos den prioridad.

Técnicamente, cuando enviamos una carga la enviamos con un Incoterm CIF o CIP ya que la nacionalización debe hacerla la organización que recibe el producto en el país. Entonces, por ejemplo, le hacemos un envío a una organización, y son ellos quienes se encargan de nacionalizar. Esto lo hacemos así por dos razones, la primera porque se entiende que las organizaciones establecidas en los países ya tienen acuerdos con las aduanas y, por ser ayuda humanitaria, la pueden ingresar sin pagar impuestos; en segundo lugar, porque hay un mandato internacional de ayuda humanitaria que establece que cuando un país hace un llamado de ayuda por una emergencia, está obligado a recibir toda la ayuda que se le presente, no puede condicionar la ayuda.

Esto es sumamente importante, porque puede suceder, por ejemplo, que algún producto de los que componen los kits que armamos en Panamá, no tenga registro sanitario en el país de destino. Por lo tanto, si ingresara a un canal comercial normal sería retenido en Aduana, y sería inviable armar kits personalizados de acuerdo a las normativas de cada país. Por lo tanto, gracias a este mandato, las organizaciones pueden importar productos sin restricciones de este tipo.

Rusia y Ucrania no están dentro de su campo de acción, pero ¿los ha afectado de alguna manera el conflicto?

Sí, nos están afectando sus consecuencias, por ejemplo, la subida del precio del combustible. Pero fundamentalmente, este conflicto hace que muchos proveedores nuestros demoren más en entregar porque están focalizados en esa crisis y, al mismo tiempo, muchos fondos que iban a América Latina, se están desviando para Ucrania.

En este punto, es importante destacar que hacia América Latina solo se direcciona el 5% de la ayuda humanitaria global. África y Asia, reciben actualmente el 95 % restante.