La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informó que el mercado internacional de lácteos cerrará 2022 con una contracción del 3 por ciento, lo que representa su primer descenso en más de dos décadas.
De acuerdo al organismo, el volumen comercial del sector a nivel global disminuirá principalmente por la menor demanda importadora de China, quien redujo sus compras en un 15 por ciento interanual en noviembre de 2022.
Por otra parte, otras regiones asiáticas como Rusia (la región que corresponde a este continente), Bangladesh y Vietnam también disminuyeron su consumo de productos lácteos, situación que afecta directamente su comercialización global.
De todas maneras, de acuerdo a la FAO, al margen de su disminución, el volumen de productos lácteos comercializados mundialmente alcanzaría las 851 millones de toneladas al cierre de 2022.
Más allá de estas perspectivas, según la FAO, la producción global llegaría a fin de año a 930 millones de toneladas, cifra apenas medio punto porcentual superior al cierre de 2021, que, a pesar de mostrar estabilidad, indicaría de esta manera el crecimiento más bajo en 20 años para la industria láctea.
Los motivos se concentran principalmente en las dificultades productivas que atravesó el sector al padecer condiciones climáticas extremas, como la sequía que se extendió por los distintos continentes y perjudicó directamente la cría de ganado, y la escasez de mano de obra, más allá de la reducción global en el consumo.
PERSPECTIVAS
La sumatoria de estas disrupciones también impactó en el precio de los productos lácteos, según publicó en su último informe la FAO.
De hecho, a excepción de los quesos y sus derivados, los valores de noviembre descendieron casi dos puntos con respecto a octubre, aunque aún están casi 12 puntos por encima de los precios del mismo mes de 2021.
Las proyecciones inmediatas indicarían que el mercado internacional no se recuperaría en el corto plazo y que la baja demanda china recién comenzaría a repuntar durante el segundo trimestre.
Aunque este pronóstico optimista podría propiciar el surgimiento de nuevos mercados para los exportadores, los precios altos se mantendrán y eso será una complicación que la industria láctea deberá intentar superar para que los números de su comercio internacional vuelvan a ser positivos.
