La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lanzó una advertencia sobre la producción de nuevas y extendidas sequías en América Latina que afectarán a la agricultura y a la ganadería.
Según la UICN, por la inevitable escasez de agua, también se verían afectadas la navegación fluvial y la generación de energía hidroeléctrica y se originarían importantes focos de incendios que amenazarían directamente a los distintos ecosistemas que se extienden sobre el territorio regional.
De acuerdo con la entidad especializada en el cuidado ambiental, la desforestación desmedida influye directamente en la falta de lluvias y el indetenible crecimiento de las urbanizaciones originó que en los últimos 40 años la capacidad de agua por habitante se redujese a menos de la mitad, algo que las Naciones Unidas denomina estrés hídrico.
En algunas ciudades ya mencionan la posibilidad de que surja una “hora cero”, que es el momento en el que deja de haber agua disponible para sus habitantes, debido a que desde hace al menos diez años se encuentran en alerta.
PREOCUPACIÓN
La crisis del agua está atravesando un momento como pocas veces en la historia y las proyecciones para los próximos años no son alentadoras, hecho que está obligando a los distintos países a actuar en consecuencia.
En este sentido, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Paraguay y Uruguay son algunas de las naciones que ya sufrieron el impacto de las sequías en sus cosechas y vieron diezmadas sus producciones agroexportadoras.
México y Panamá son los países que más están sintiendo en la actualidad este faltante de lluvias y ya mencionan posibles medidas racionalizadoras y, al igual que Chile, anunciaron que en sus principales ciudades dejarán de utilizar vegetación como elemento decorativo.
Uruguay y Paraguay intentan combatir la sequía desde hace más de tres años, pero recién a inicios de 2022 declararon la emergencia agrícola tras haber sufrido la pérdida de miles de millones de dólares.
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