Los que le ponen el cuerpo a la logística

Patricio Ruiz es “camionero asalariado”, como él mismo se define. Conductor profesional con amplia experiencia en el tránsito terrestre entre Chile y Argentina, nos cuenta en esta entrevista detalles sobre lo que representa el día a día en las rutas, los desafíos y las problemáticas que se podrían mejorar para darle mayor previsibilidad y seguridad a las operaciones de transporte. 

¿Cuáles son los recorridos más habituales que soles realizar como conductor profesional de cargas? 

Normalmente transito tanto rutas nacionales (Chile) como internacionales. A modo de ejemplo, en promedio suelo dar “dos vueltas” hacia Argentina y una dentro de Chile, un equivalente a 9.000 kilómetros al mes que es lo que se transita habitualmente. Siempre estuve dedicado al transporte internacional, por eso, compartí el video que acompaña esta entrevista, mostrando en vivo la gran cantidad de camiones que estábamos esperando para cruzar luego de 3 días de cierre del paso “Cristo Redentor” por la nieve. 

Situaciones que desgastan mucho más que un día completo de conducción, porque uno tiene que estar pendiente de los movimientos para no perder su turno y poder cruzar. 

¿Cuánto tiempo suelen durar las complicaciones para el cruce internacional entre Chile y Argentina? 

Normalmente los cierres se dan durante los 3 meses que dura el invierno. Por ejemplo, en esta oportunidad, salí rumbo a Buenos Aires un viernes y cuando llegué al cruce quedé a 50 camiones del corte, ya que bajaron la barrera del lado chileno, y tuve que permanecer 4 días esperando a que disminuyera la cantidad de nieve, parado en la orilla de la ruta.

¿Cómo hacen para abastecerse de lo necesario para permanecer en el lugar durante tanto tiempo? 

Desde luego, en esa zona no hay absolutamente nada, pero como sé que estas situaciones ocurren salgo preparado y provisto de víveres como comida y agua. De todas formas, también hay vehículos que circulan vendiendo provisiones. Pero el gran problema es el desgaste que estas esperas generan en los choferes, porque si quieres cruzar lo antes posible, debes necesariamente estar ahí, en el corte, donde las “papas queman”. 

Porque uno podría pensar, tengo que hacer Buenos Aires – Chile y por las condiciones climáticas sé que se viene un corte, entonces me quedo a esperar en Mendoza donde tengo estacionamiento, baños y supermercados. El tema es que de esta forma se retrasa mucho el cruce, porque además de que lógicamente cruzan primero los que están en la zona, se corre el riesgo de llegar al complejo fuera del plazo de 72hs que te da la Aduana de Buenos Aires a frontera. Esto genera que, fuera de ese plazo, te manden a hacer escaner de la carga, para lo que es necesario realizar otra fila que demora alrededor de dos horas más los 20 minutos que suele durar el proceso. 

¿Debe ser muy difícil en esas circunstancias poder organizar el descanso necesario para conducir de la mejor manera? 

Efectivamente, son tránsitos difíciles donde se demoran 15 horas para transitar solo 300 kilómetros, en los que debes estar atento al aviso de poder seguir viaje por parte de las autoridades, ya que si perdés tu lugar pueden llegar a pasar 200 camiones adelante tuyo antes que puedas retomar la marcha. Es un tema muy importante porque gran parte de los accidentes que se registran son por fallas humanas, principalmente relacionadas con el cansancio. 

En base a tu experiencia, ¿cómo considerás que se podrían mejorar las condiciones para los choferes que se enfrentan a estas situaciones que se repiten todos los años? 

Creo que debería haber más personal de Aduana para atender. Por ejemplo, si bien hay dos escáners disponibles, solo utilizan uno para los 500 camiones que deben ser verificados. Mismo para la realización de los trámites, solo hay un funcionario que atiende uno por uno, lo que hace que muchos choferes deban esperar afuera con muy bajas temperaturas. 

¿Qué otros desafíos enfrenan a la hora de salir a la ruta? 

La inseguridad sin dudas es un gran problema. Lamentablemente Chile es el país con más robos de camiones en la región, lo que hace que no podamos parar a descansar en cualquier lugar donde nos encuentra el cansancio. Si salgo para el Norte del país, por ejemplo, cuento con 3 o 4 puntos seguros para llegar a dormir. Por otro lado, la ley en Chile no nos permite manejar más de 10 horas diarias, que representan aproximadamente 700 kilómetros de recorrido, pero prácticamente nadie cumple esta norma porque no se corresponde con la realidad, ya que por la inseguridad no podemos detenernos en cualquier lado a descansar por más que se hayan cumplido las 10 horas que marca la regla.