Vietnam, junto a India, Taiwán y Malasia comienzan a ganar mercado en los Estados Unidos, en línea con el objetivo del país norteamericano de reducir su dependencia de China. Lentamente, pero sin pausa, el mapa del comercio internacional comienza a modificarse marcado por la tendencia al “reshoring” o deslocalización de empresas.
Estados Unidos, el mayor importador a nivel mundial, paulatinamente está cambiando el origen de sus compras que durante muchos años tuvo a China como principal proveedor.
Tal es así que en 2022 las compras a China representaron el 50,7% del total adquirido por los EEUU entre los países asiáticos, un volumen 70% a lo que sucedía en 2013 y el nivel más bajo en los últimos 10 años.
De acuerdo con los analistas, entre los motivos que impulsan esta tendencia, se encuentran el aumento de los costos laborales en China, las tensiones geopolíticas y los problemas con los derechos humanos que han alentado a muchas empresas a depender menos de Pekín como proveedor.
Por otro lado, mientras que las exportaciones de China hacia los Estados Unidos se redujeron, las importaciones de Vietnam se duplicaron en los últimos cinco años y se triplicaron en los últimos diez, según el índice Kearney. India, Taiwán y Malasia también contribuyeron a una mayor participación de productos procedentes de Asia que consumen los estadunidenses.
Geopolítica y comercio
Este contexto se corresponde con la reubicación que muchas empresas llevaron adelante de su fabricación fuera de China, estimuladas en principio por los aranceles proteccionistas de la era Trump sobre los bienes, así como por la escasez de mano de obra en China que hizo subir los salarios y los costos, tendencia que luego se aceleró bajo la administración Biden.
Un ejemplo de esto, es la ley de Reducción de la Inflación y la Ley de Chips y Ciencias, que han provocado un aumento de las inversiones fuera de China hacia los Estados Unidos y México, puntualmente en la fabricación de semiconductores y baterías para vehículos eléctricos.
Los volúmenes de contenedores también reflejan un desplazamiento de las importaciones estadunidenses desde otros mercados asiáticos de bajo costo a expensas de China. En este sentido, el arribo de contenedores chinos a los Estados Unidos descendió desde un máximo de 42.2% en febrero del año pasado hasta 31.6% en marzo de este año.