Optimización de costos logísticos internacionales ante un mundo cada vez más caro

“En el particular contexto de inflación global actual, la logística internacional es a la vez causa y efecto porque, así como existen factores que hacen subir sus costos, como el aumento del combustible y la escasez de mano de obra calificada, la propia actividad incide con el precio de sus servicios en casi todos los sectores de la economía. Por eso, los esfuerzos por optimizar las operaciones sumando eficiencia y una mayor coordinación entre los distintos eslabones de las cadenas es de suma importancia, tanto para el sector en sí, como para moderar la presión inflacionaria internacional”. Javier Carrizo, Director de Movant Connection.

En esta nueva edición de nuestra Columna Colaborativa, miembros de la comunidad reflexionan sobre la dinámica de los costos logísticos para el comercio internacional, su impacto y diversas estrategias para amortiguar sus efectos negativos.

IMPACTO INFLACIONARIO EN LAS OPERACIONES
Victoria Frutos (Argentina), Licenciada en Relaciones Internacionales,sostiene que, a pesar del contexto geopolítico internacional, el gran causante del aumento de los costos logísticos “ha sido la pandemia, debido a que los efectos que acarreó a nivel global aún generan incertidumbre y aumento en los costos de transportes. La escasez de lugar en los barcos y de contenedores para transportar las mercancías, es un hecho que ha ido empeorando y para el cual no se prevén mejoras en el corto plazo”.

Pablo Farías (Paraguay), Especialista en Importaciones y Logística de Comercio Exterior, explica que, a raíz del contexto inflacionario, perdió “ventas y clientes, lo que obliga a ver todas las diferentes alternativas posibles porque luego te quedás con un doble problema: con productos a colocar y con costos altísimos”.

Moisés Revelli (Perú), Gerente de Operaciones Internacionales de Logística,agrega que, “como los costos de los fletes marítimos están dos veces y medio más por encima de los niveles prepandemia, esto generó un impacto en la inflación del mundo que nos ha afectado a todos”.

Patricia Iglesias (Brasil), Directora Comercial especializada en Logística, coincide en que “la cadena logística se ha encarecido desde el COVID-19 y, como los costos de producción son justamente uno de los puntos cruciales, tenemos que estar muy atentos a los precios de los productos para evitar pérdidas en las cadenas”.

TRASLADO DE COSTOS
Farías reconoce que “siempre se intenta que los aumentos no se reflejen en los precios de venta y reducir el impacto al buscar opciones más convenientes o económicas y por eso muchas empresas tuvieron que ajustar bastante sus márgenes de ganancias o mantener un stock bajo de mercaderías”.

Revelli afirma que este concepto siempre “ha sido complicado dado que exportadores e importadores han desistido en realizar sus operaciones debido al alto costo de los fletes marítimos y otros han traslado al consumidor final nacional y/o internacional los aumentos”.

Iglesias indica que “absorber gastos es un proceso muy difícil, pero, como todos estamos en el mismo barco, estamos muy atentos a optimizar costos, pues el alza de precios nos inhibe el consumo y eso desacelera la economía”.

Frutos, por su parte, admite que, “en un contexto de aumentos crecientes de los costos logísticos, las empresas del agro han encontrado por otro lado el incentivo de los altos precios internacionales junto a una constante demanda internacional de productos primarios y agroindustriales que les han permitido sostener la oferta de estos bienes”.

CÓMO MINIMIZAR EL IMPACTO
Revelli sugiere “negociar por volumen de campaña con navieras, agentes de carga y operadores logísticos, como, asimismo, contar con un mínimo de tres proveedores para poder realizar un comparativo óptimo al evaluar precios, experiencia en la carga y certificaciones en cadenas de suministros, entre otros procesos”.

Según Iglesias, la mejor herramienta que se pueda aplicar es “renegociar, renegociar y renegociar los plazos, los costos y el precio. Es necesario estar muy apegado al timing de la cadena logística”.

Frutos considera “fundamental la tarea del planificador porque, en este sentido, las empresas que no planifican e intentan optimizar sus rutas de entrega y distribución incrementan el gasto de combustibles, desgastan unidades y desaprovechan recursos escasos”.

Farías, en cambio,también recomienda “la utilización del análisis de costo/tiempo y, a nivel interno de cada empresa, buscar la mayor eficiencia posible con sus recursos y que desde los Directivos y CEO hasta el último empleado tengan y compartan la misma postura y estrategia”.

CAMBIOS REALIZADOS EN LAS OPERACIONES
A partir de este contexto, Iglesias confirma haber realizado modificaciones en sus operaciones logísticas debido a que “los procesos volvieron a ser revisados a raíz de esta nueva realidad y esto ha implicado un rico aprendizaje”.

Para Frutos, “el aumento de costos logísticos ha producido que las empresas del agro evalúen y pongan en práctica el desarrollo de la industrialización, y comercialización de sus productos, generando la relocalización de todos los niveles de la operación en un mismo lugar para optimizar costos”.

Farías enumera: “hemos realizado varios cambios en las operaciones logísticas, cambios de puertos de destino, modalidad de transporte, hemos utilizado servicios de LCL y Multimodal, medios que antes no eran utilizados en mi empresa”.

Revelli aconseja “gestionar anticipadamente los espacios para el transporte de mercadería debido a la crisis de contenedores presente y planificar con mesura los embarques y desaduanaje porque los tiempos de detention y demurrage se han recortado”.

EXPECTATIVAS
Frutos cree que, “aunque sea casi imposible predecir el avance de escenarios tan complejos y poco imaginados, en el corto plazo la limitación de la oferta de productos primarios y energía provocará enormes problemas de abastecimiento en las cadenas globales de valor y ello seguirá influyendo de manera indiscutible en los precios internacionales”.

Farías proyecta un “escenario de incertidumbre y desconcierto generalizado que, mientras ocurre, los puertos y las cargas se siguen acumulando, se siguen atrasando y los proveedores y clientes lo siguen sufriendo. Esta situación nuevamente pondrá los precios en alza”.

Para Revelli,“con un contexto inflacionario y costos logísticos altos, hay que fomentar la asociatividad en importaciones y exportaciones a fin de abaratar los costos logísticos. Así como gestionar los espacios con tiempo para no quedarnos sin contenedores y tener más de una alternativa para gestionar nuestras exportaciones e importaciones”.

Por último, Iglesias no ve “nuevos incrementos en los costos logísticos internacionales a corto plazo porque las cosas comienzan a ajustarse de a poco”.

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