Oficios en logística y comercio exterior, por sus protagonistas

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“Los oficios son la fuerza que mueve al mundo del trabajo y, claro, las actividades de la logística y el comercio exterior no quedan afuera. En la actualidad, por citar un ejemplo, hay faltante de choferes, que representa hoy un obstáculo para el crecimiento de las operaciones en diversos países alrededor de todo el mundo. Siendo el principal motivo de esta situación lo poco atractivos que se han vuelto los oficios para las nuevas generaciones, revalorizar estas tareas y a sus trabajadores es responsabilidad de todos los que nos encontramos, de una u otra forma, vinculados al sector”. Javier Carrizo, director de Movant Connection.

 

En esta nueva edición de la Columna Colaborativa, los miembros de nuestra comunidad nos comparten sus experiencias al frente de oficios vitales para el desarrollo de la logística y el comercio exterior.

 

El valor y características de mi oficio

 

Miguel Gil (Argentina), capitán de barco de ultramar, considera que las características de su trabajo son particulares porque, “cuando se está abordo, la vida pareciera ponerse en pausa y muchas veces lo cotidiano del trabajo se ve afectado a cosas inmanejables. Es imposible ignorar que la mayoría del volumen de carga del mundo se mueve por barcos y sin marinos mercantes, esto sería imposible”.

 

En sus palabras, Nataly Azeñas Arroyo (Bolivia), especialista en compras internacionales, se dedica a “gestionar, como medio, todos los procesos involucrados en la cadena de suministro, donde la importancia radica en la necesidad de hacer el seguimiento y control adecuados para que cada eslabón del comercio exterior esté debidamente conectado”.

Para Junior Ácaro (Perú), auxiliar de picking, su trabajo es importante “porque de su función depende el abastecimiento y disponibilidad de stock en los puntos de venta para lograr llegar más fácilmente al cliente”.

Patricio Ruiz (Chile), camionero asalariado, en cambio, admite que el suyo es “un trabajo sacrificado y muchas veces mal mirado, pero todo aquel profesional detrás de un volante sabe que es fundamental para el abastecimiento local y regional”.

Formación y primeros pasos

Azeñas detalla que, aunque estudió finanzas como carrera, “había algo en el comercio exterior” que le llamaba la atención. “No pude iniciar hasta que encontré una empresa de servicios de importación paralelamente a mis estudios de Maestría en Comercio internacional”, comenta. Además, cree que “la formación combinada con la práctica son esenciales para desarrollarse profesionalmente”.

Ácaro, por su parte, nos comenta: “seguí la recomendación de un familiar y, como había oído buenos comentarios del clima laboral (de la empresa en la que se desempeña), eso me ayudó a tomar la decisión.  El coordinador del área fue una persona que se preocupó por mi etapa de aprendizaje, fue detallista con cada función, me permitía preguntar y me sentía cómodo porque preocupaba por mi crecimiento”.

Ruiz también cuenta con un legado familiar dado que su padre y su abuelo fueron camioneros. “Comencé a manejar desde muy pequeño, pero por un cambio de legislación en Chile para la obtención de licencia de conducir profesional, tuve que elegir entre estudiar una carrera o estudiar para conductor y esto elegí”, subraya.

Igual es el caso de Gil, que es hijo y nieto de capitanes de mercantes. “Me inicié la Escuela Nacional de Náutica, donde me gradué como oficial de cubierta y licenciado en transporte marítimo y con el tiempo fui navegando y adquiriendo el tiempo reglamentario exigido para ir rindiendo exámenes que me permitieran acceder hasta Capitán de Ultramar”, detalla.

Integrando vida profesional y personal

Ácaro resalta los beneficios de su jornada laboral: “los horarios actuales me permiten pasar más tiempo con mi familia y puedo realizar otras actividades personales como hacer deporte”

Sin embargo, este no es el caso de Ruiz quien explica que “cuesta mucho poder participar de fiestas (Navidad, Año Nuevo, cumpleaños) porque es un oficio en el que sólo el camión sabe dónde estarán sus profesionales, aunque la familia de camionero también es familia camionera”.

En este sentido, Gil coincide en que “la familia sufre el desarraigo y a las ausencias se le suman las inconveniencias”. Además, añade: “tengo una esposa y dos hijas que han aprendido a vivir solas y en donde mi esposa hace de madre y padre al mismo tiempo. Hace todo lo humanamente posible para mitigar el sufrimiento de mis hijas al extrañar a su padre y al mismo tiempo se hace cargo de todo problema cotidiano o no cotidiano que se pueda suscitar. Indudablemente creo que ellas se llevan la peor parte y que son las tres  personas más fuertes que yo conozco”.

Azeñas resalta que “el comercio no duerme” y, en su caso,“a veces cuesta ordenar horarios, llamadas y reuniones y atender urgencias, sobre todo al inicio. Para cada persona puede ser diferente, pero una vez se encuentra el equilibrio entre trabajo y vida personal, todo fluye sanamente y se llega a tener un impacto positivo alrededor de uno”.

Aspectos de los oficios que se podrían mejorar

Ruiz cree que “se debe trabajar en el desarrollo de instalaciones para mejorar la calidad de los tiempos de espera durante los viajes”.

Gil cambiaría “la visión del armador para sus empleados para que se le dé al marino mejores tratos como persona”. Además, sumaría “médicos o enfermeros abordo y armaría contratos de navegación más cortos (hay personas que navegan hasta ocho meses al año)”.

Para Azeñas, en su sector “siempre hay cosas por mejorar. Un aspecto tal vez sea la integración con otros agentes, manteniendo la filosofía de trabajo de calidad”.

Ácaro destaca que sería importante contar con “el apoyo de tecnología porque permitirá tener una mayor productividad y eficiencia en el trabajo, así como aprovechar de mejor manera los espacios en el almacén”.

Posibilidades de crecimiento y expectativas

Gil afirma que en la marina mercante “el desarrollo es constante porque el crecimiento del comercio internacional es continuo, como así también la interconectividad de los pueblos ya que hoy en día, y desde hace mucho tiempo, cualquier persona puede recibir cualquier producto solo con operar desde su teléfono”.

Para Azeñas, en su rubro “hay crecimiento y desarrollo y, sea cual sea el área, se dan continuamente nuevas formas de trabajar, innovación en los servicios, en tecnología, sostenibilidad, aspecto que representa un reto y, a su vez, una necesidad a pesar de que hoy en Bolivia pocas empresas le prestan atención e importancia”.

Ácaro resalta que en la empresa para la que trabaja “valoran las competencias de sus empleados y esto da posibilidades de crecimiento, como también sumar experiencia y conocimientos”. En un futuro cercano, desea convertirse en un coordinar de sectores y “transmitir conocimientos al personal que se sume a su red operativa”. 

Por último, como todo conductor, Ruiz sueña con “emprender su propia empresa, pero en Chile aún no existen políticas de apoyo a PyMES”. “Mis expectativas están en mantener a mi familia unida y feliz y, cuando llegue el momento de analizar el cambio a otra actividad, lo veré, pero hoy el camión y la ruta son mi futuro”, sentencia.