Los recientes resultados electorales en Brasil permitirían al gobierno ingresante apostar por una visión más regional a través de la promoción de políticas integradores con otros países del bloque sudamericano.
Al respecto, el primero en manifestarse fue Argentina, cuyo Ministro de Economía, Sergio Massa, confirmó las intenciones de ambos países de avanzar en la creación de un Banco Central regional tras la victoria de Luiz Inacio da Silva en las elecciones presidenciales de hace una semana en Brasil.
La iniciativa será impulsada por el gobierno de Argentina y, según Massa, cuenta con el apoyo del mismo Lula da Silva, por lo que se espera su inmediato avance para cuando el nuevo presidente brasileño asuma al poder en enero del 2023.
Según lo informado por el único representante del gobierno argentino que se manifestó al respecto, la presidencia de Lula va a acelerar el diseño de un banco supranacional, con un régimen de comercio regional que va a poder fortalecer el bloque.
En caso de concretarse esta iniciativa, el objetivo de esta entidad será la coordinación de las políticas monetarias en el bloque común del Mercosur, en medio de una crisis inflacionaria que vive Argentina, pero, a su vez en contexto internacional que desde hace unos meses impacta negativamente en las distintas economías sudamericanas.
MONEDA
El mencionado proyecto del banco común estaría acompañado de un programa de cinco años que permitiría fortalecerse a Argentina y a Brasil en el comercio internacional y le daría a la región la posibilidad de ser competitiva frente a otros bloques.
Además, esta nueva entidad se encargaría de la coordinación de las políticas monetarias de los Estados miembros del Mercosur, permitiendo un accionar en conjunto que buscaría facilitar la proyección de una única economía integradora.
El ministro argentino aclaró que descartó por el momento la creación de una moneda única como tiene la Unión Europea, ya que la mayoría de los países promulgan el respeto por las monedas individuales, aunque están a favor de un instrumento como lo es un Banco Central para que oficie de garante para las distintas economías sudamericanas.
La idea de una moneda regional ya había surgido en el pasado, pero las diferencias en la concepción monetaria en cada gobierno integrante del Mercosur y la imposibilidad de unificar la política fiscal dejó el proyecto en el olvido.
SOCIOS
Argentina y Brasil son dos poderosos aliados comerciales desde hace décadas y su intercambio bilateral alcanzó en octubre de este año los 2452 millones de dólares, un 13 por ciento superior al importe total obtenido en igual período de 2021, cuando había apenas recaudado 2171 millones de dólares.
Sin embargo, el intercambio cayó un 7,8 por ciento con respecto al último mes de septiembre, debido a la baja de exportaciones en un 3,3 por ciento al igual que importaciones en un 11,6 por ciento.
Además, las ventas argentinas a Brasil disminuyeron un 4,1 por ciento en la última medición interanual, a pesar de haber vivido siete meses consecutivos de alza, al sumar 1169 millones de dólares, mientras que las importaciones desde aquel destino fueron por 1283 millones de dólares y mostraron un alza del 34,7 por ciento con respecto al año anterior.
De todas maneras, Argentina logró posicionarse como el cuarto mayor proveedor de Brasil, detrás de China y Hong Kong (5476 millones), Estados Unidos (4521 millones de dólares) y Alemania (1180 millones de dólares).
