El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, prepara un decreto para cerrar el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM) a las operaciones de carga aérea de los concesionarios y permisionarios que proporcionan el servicio al público de transporte aéreo de mercadería nacional e internacional regular y no regular.
De decretarse esta medida, quedarían exceptuadas las compañías que combinen servicios de carga y transporte de pasajeros, siempre y cuando se trate de la misma aeronave y un mismo viaje.
El anteproyecto del decreto todavía se encuentra en revisión por parte de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer)
El principal argumento es que el AICM, el más importante de México y considerado el de mejor conectividad de toda Latinoamérica, está saturado tanto en espacio aéreo como en la capacidad de los edificios terminales 1 y 2, por lo que las operaciones de carga aérea afectan directamente operabilidad de la infraestructura de la terminal.
De acuerdo con estadísticas propias del aeropuerto, en este complejo se transportaron 570 mil toneladas de carga durante 2022.
MUDANZA
En mayo de 2022, la Secretaría de Gobernación (Segob) y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) habían acordado implementar un plan de reordenamiento del sistema aeroportuario de la Ciudad de México, por lo que los vuelos chárteres y de carga debían haber migrado de inmediato al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Según fuentes nacionales, aunque no está especificado en el proyecto de decreto, esta reconfiguración involucra mudar las operaciones de carga aérea al AIFA que se encuentra en las afueras de Ciudad de México, precisamente en Zumpango de Ocampo.
Distante a unos 50 kilómetros del AIMC, este aeropuerto fue inaugurado en marzo de 2022 y suele ser blanco de críticas recurrente por su lejanía con respecto al centro de la ciudad capital -está a una hora de distancia- y posee muy pocos medios de conexión.
Esta nueva configuración de las operaciones de carga aérea podría demorar los plazos de entrega y de toda la cadena de distribución, por lo que obligaría a repensar las rutas y los plazos de cada trabajo.
En cuanto a la infraestructura, en septiembre de ese año, fue inaugurada la Terminal de Carga y Aduana del AIFA y en el comienzo de 2023 se adelantó que, a partir de febrero, comenzaría la operación de dos aerolíneas de carga: una nacional y otra internacional.
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