Las señales económicas actuales que conducen a una inminente desaceleración en las economías del mundo impactarán directamente en la logística internacional, de acuerdo a lo previsto por diversos especialistas del sector.
De esta manera, las nuevas disrupciones estimadas para el 2023 podrían profundizar en una contracción en el mercado de los distintos medios de transportes de mercadería, posible reducción de personal y un mayor número de contenedores vacíos.
De hecho, la asesora financiera norteamericana Bloomberg, a través de su sector de Inteligencia (BI), informó recientemente que el auge económico que atravesaron las compañías de carga internacional desde el inicio de la pandemia finalmente concluyó y que este mencionado estancamiento económico global repercutiría negativamente en la demanda de servicios, hecho que afectaría el crecimiento logístico el próximo año.
A raíz de esto, empresas de transportes terrestre de mercadería de Estados Unidos ya manifestaron sus escasas expectativas de crecimiento para el 2023, tras haber significado este 2022 un gran año de expansiones para los operadores 3PL norteamericanos.
En Europa, por su parte, las fusiones y adquisiciones de compañías logísticas también se estancaron y en algunas regiones, como en el Reino Unido, marcaron un descenso por tercer trimestre de manera consecutiva, acentuando unas condiciones de mercado frágil para el sector.
PANORAMA
El panorama actual de la economía mundial y sus proyecciones inmediatas no son las mejores y varios organismos han subrayado sus consecuencias.
Una de las más eufóricas fue el Fondo Monetario Internacional (FMI), quien en diversas oportunidades manifestó la desaceleración económica que atraviesa el mundo, pero recientemente afirmó que la crisis que afectará a un tercio de los países del mundo llegará antes de lo esperado.
Más allá de las proyecciones mencionadas, los indicadores internacionales ya muestran y detallan las consecuencias: Container xChange encargada de medir la demanda de contenedores, informó el crecimiento de contenedores vacíos en varios de los principales puertos del mundo y el descenso de casi un cuatro por ciento del volumen de carga con respecto al 2021.
La carga aérea, por su parte, en octubre sufrió su primera contracción interanual desde abril de este año, según informó el último informe de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), en clara referencia a la ralentización que sufre el mercado aéreo debido a la desaceleración de la economía.
En este contexto, para los especialistas, es claro que la logística no podrá evadir la recesión, aunque también reconocen que los operadores con modelos de negocio flexibles podrán adaptarse de mejor manera a la crisis que padecerán los distintos mercados.