Latinoamérica ante la necesidad de acordar planes de desarrollo intrarregional

Fernando Gamboa, Líder del sector Consumidores & Retail en Brasil y América del Sur en KPMG Brasil, nos cuenta en esta entrevista sobre las grandes posibilidades que presenta la región para desarrollarse incrementando el comercio y la producción coordinada entre sus países, a la vez que destaca la necesidad de avanzar en el diseño de planes de mediano y largo plazo para hacerlo realidad.

¿Es posible pensar en una tendencia hacia la regionalización del comercio internacional en Latinoamérica?

Sí y más después de los últimos acontecimientos mundiales. Recorrer largas distancias es cada vez más costoso, demorado y complejo, por eso creo que la tendencia de buscar proveedores mucho más cercanos se va a fortalecer, así como nuestra regionalización.

De hecho, recientemente el presidente de Maersk señalaba que no debemos esperar una baja del flete marítimo en el corto plazo, sino recién para el segundo semestre de 2023 o incluso para 2024, y esto muy condicionado a la vuelta de los precios de los combustibles a niveles pre pandemia y pre crisis en Ucrania.

Sumado a esto, el tema inflacionario global, hace que sea cada vez más difícil y costoso traer productos de afuera que no sean absolutamente esenciales para nuestros países.

Justamente hablaba de esto con un retail de aquí de Brasil. Si hoy en el país estuviéramos con los plazos y costos de flete marítimo normalizado habría una explosión de consumo de productos chinos comprados via e-commerce, porque el precio que manejan ellos es muchísimo más bajo que el nuestro, pero con los precios actuales de transporte, sumado a las largas demoras que impactan en la experiencia del cliente, los costos de producción locales se han vuelto más competitivos.

En definitiva, seguir gestionando estas largas cadenas no creo que sea el camino más adecuado. Los europeos tienen que encontrar un camino en cuanto a Rusia, para ser menos dependientes de su energía. Estados Unidos sigue su ruta normal, están preocupados con los precios de los combustibles a los consumidores finales, pero, por otro lado, son autosuficientes en producción en muchos aspectos relativos a lo que está pasando, aunque sí la población sufre la inflación porque es un hecho global.

¿Existen, además de los económicos, otros factores que puedan impulsar esta tendencia?

Hay un tema que no es menor, que es toda la agenda relacionada con el cambio climático y la descarbonización (net zero). Los altos consumos de combustible que demanda el transporte hacen que las largas cadenas logísticas no estén alineadas con la necesidad de un desarrollo sustentable, tampoco con los objetivos net zero de corto plazo. Por eso considero que estamos ante una combinación bastante oportuna y benéfica para que nosotros, como región, podamos intensificar nuestro comercio. Porque buena parte de lo que necesitamos de afuera lo podemos comprar acá, pero para eso tenemos que desarrollar mucho más a los proveedores locales, estimular el comercio entre vecinos y desarrollar las infraestructuras de transporte.

¿Podríamos decir que la pandemia aceleró procesos que ya estaban en marcha en este sentido?

Así es. Quedó claro que cualquier cierre de puertos en Asia o Europa trae disrupción en toda la cadena, que se estresa demasiado. Si hoy por alguna restricción dejamos productos parados en puertos asiáticos por 20 o 30 días, no tenemos forma de compensarlos de forma rápida. Entonces, lo que tenemos que seguir haciendo es comprar aquello que no podemos desarrollar en el corto plazo, pero lo que sí podemos comprarlo en la región, deberíamos estimular este comercio local.

El gran desafío es que tradicionalmente no tenemos en Latinoamérica planes de largo plazo, estamos muy susceptibles a los cambios de gobierno y sus ideas.

Por ejemplo, Brasil ahora está en plan de desarrollar su producción de fertilizantes para no estar tan dependiente de lo que sucede con las importaciones de Rusia, a pesar de que Brasil hoy es neutral ante el conflicto con Ucrania, y el país recibió en las últimas semanas una gran carga de fertilizantes rusos. En el caso puntual de estos productos nunca dejamos de recibirlos, pero si no aprovechamos ahora para desarrollar nuestra producción interna y economía en la región, vamos a seguir con predominancia de exportaciones de commodities, dando continuidad al “pacto colonial” que siempre tuvimos.

En la misma línea, la exportación de productos de bajo valor agregado, por ejemplo, podemos citar los materiales biodegradables que exportamos a países de Asia, a quienes luego les compramos los empaques biodegrabales. Esto no debería pasar. Pero para eso hay que tener un plan de inversión y que el mismo sea realizable entre los países de la región. Por eso yo defiendo mucho el tema de la regionalización.

Claramente hablamos de la necesidad de acordar un proceso largo de transformación regional…

 Hay ejemplos muy buenos de cómo hemos trabajado la globalización, como es el caso de los servicios de IT en la región. Argentina exporta muchísimos servicios de tecnología, de hecho, la Universidad de Tandil es reconocida como un gran centro de formación desde donde se generan muchos proyectos.

En cambio, cuando miramos nuestras exportaciones, somos grandes proveedores de commodities agrícolas, exportamos granos, mucha carne, pollo, cerdo y mercados en Asia, EEUU y Europa son grandes clientes nuestros.

Sacando el ejemplo tecnológico, somos predominantemente exportadores agrícolas, lo que representa una garantía de fuertes ingresos en moneda fuerte, pero no garantiza el desarrollo que necesitamos como región.

¿Cómo imagina un futuro mapa del comercio mundial desde la mirada latinoamericana?

Me gustaría mucho pensar que Brasil podría ser un líder y encabezar el plan regional, pero la verdad es que no lo veo muy posible por el momento. Insisto en que creo que nos falta un plan de común acuerdo entre todos los países. Como región, no creo que necesitemos llegar a una moneda común como en el caso de la Unión Europea. Pero sí podríamos estar mucho más unidos en planes como, por ejemplo, sobre qué productos tendríamos que exportar, aunque tengamos que seguir con los commodities, pero sí empezar a vender otras cosas y tener una mirada comercial intrarregional, porque somos un mercado bastante grande y podemos estimular el comercio entre nosotros, y aprovechando la cercanía vamos a poder eliminar buena parte de la huella de carbono que hoy generamos con los largos fletes que contratamos.