Los líderes de la Unión Europea se reunirán para idear una hoja de ruta con el fin de ofrecer más apoyo a empresas nacionales.
Tras varias semanas, Europa redujo sus reclamos hacia Washington sobre su plan masivo de subsidios verdes y buscará formas de potenciar su competitividad frente a Estados Unidos y China.
El próximo jueves, los presidentes de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) discutirán la flexibilización de las normas de subsidios para que los países puedan ofrecer más apoyo a las empresas de tecnología ecológica, así como formas de crear claridad regulatoria para atraer más inversión nacional.
Desde la sanción de la Ley de Reducción de la Inflación, Estados Unidos adoptó una política industrial que se hacía eco del modelo chino de repartir subsidios. A raíz de esto, algunos mandatarios amenazaron con presentar una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Desde entonces, las tensiones bajaron con el paso del tiempo.
“Pediremos a nuestros amigos estadounidenses que no discriminen a los países europeos en las medidas que tomen”, dijo el canciller alemán Olaf Scholz a los periodistas en Bruselas. “Y estoy bastante seguro de que tendremos éxito en esto”.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dio a conocer el «Plan Industrial Green Deal» la semana pasada, el cual busca acelerar el desarrollo del sector de tecnología limpia de la Unión Europea, relajando las reglas de ayuda estatal, simplificando las regulaciones y acelerando los permisos para nuevos proyectos.
La propuesta sigue a la IRA, que incluye aproximadamente 500 mil millones de euros en nuevos gastos y exenciones fiscales durante una década para beneficiar a las empresas estadounidenses.
La UE también se está enfocando en aliviar la burocracia regulatoria acelerando los permisos y el tiempo que lleva obtener la aprobación de la ayuda estatal.
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