Inflación, tasas y menor crecimiento condicionan cierre de 2022

A partir del análisis de las problemáticas que enfrentan las principales siete economías del mundo en el tercer trimestre del año, la especialista inglesa en mercados Euromonitor International pronostica un final de año complejo para la economía mundial donde, además, se verán afectados diversos factores como la confianza del consumidor y las cadenas de suministro, entre otros.

De acuerdo con la publicación de su Passport titulado Previsiones Económicas Mundiales, la consultora prevé una inflación global del 10 por ciento para el cierre del 2022, cuyo impacto podría generar complicaciones en el mercado internacional de la energía y los alimentos.

La situación geopolítica en el Mar Negro a raíz del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y las persistentes interrupciones operativas a raíz de la pandemia del COVID 19 permitieron que los precios internacionales estén en sus máximos históricos con una inflación general que no se veía en el mundo desde 1980.

“Este aumento significativo resultó en una reducción del poder adquisitivo de los hogares y obligó a los bancos centrales del mundo a endurecer las condiciones financieras”, explica Euromonitor.

Además, el contexto internacional generó incertidumbre con respecto al correcto suministro y el precio de energía en el continente europeo, lo que ha generado nuevas complicaciones de cara al próximo invierno regional.

PERSPECTIVAS
De acuerdo al análisis, la economía global no está alcanzando las expectativas de crecimiento previstas y la inflación impacta directamente en el PBI mundial, cuya estimación para el próximo año la ubica un 0,1 por ciento por debajo a este 2022 luego de atravesar una recuperación del 6,2 por ciento en el 2021.  

Por otra parte, debido a sus políticas de Cero Covid y una creciente crisis en su mercado inmobiliario, China sufrió una desaceleración mucho más significativa de lo esperado y la reducción en el consumo interno y la disminución de importaciones de productos básicos podría extenderse a otros países, perjudicando aún más las proyecciones de crecimiento global.

En Europa, preocupa las posibilidades de que la situación en el Mar Negro se extienda, al menos, un año más, pero no son bajas las probabilidades de que el conflicto crezca a mayores escalas, por lo que esperan que los valores de la energía aumenten hasta un 60 por ciento durante el 2023, lo que generaría un “una gran incertidumbre sobre el suministro que, junto al debilitamiento de la demanda mundial y regional, está lastrando las perspectivas de crecimiento del continente”.

El endurecimiento de las condiciones financieras y el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos debilitaron aún más el consumo interno debido a que las empresas y los consumidores están atravesando un periodo de especulación por el aumento de la desconfianza que genera su situación económica en las medidas tomadas por la gestión de Joe Biden.

Otras regiones como Brasil, Gran Bretaña e India atraviesan perspectivas similares, pero la gran incógnita es Rusia, principal proveedor energético y cerealero del Viejo Continente, cuyo futuro inmediato dependerá de la prolongación de su conflicto con Ucrania y de las restricciones que le impuso Occidente por iniciar la invasión.

El Passport es la base de datos de información de mercados a nivel global a través del cual Euromonitor International publica estadísticas de los distintos sectores industriales, las commodities, su canal de distribución y proyección de consumo en más de 200 países.

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