FMI: el precio del carbono debe aumentar para alcanzar las metas climáticas

La directora general del Fondo Monetario internacional, Kristalina Gueorguieva, declaró ante COP27 que el precio del carbono debe ser de 75 dólares por tonelada para alcanzar los objetivos climáticos.

La 27° Conferencia de las Naciones Unidas en Egipto está centrada en las conversaciones climáticas y los objetivos que se fijaron para el 2030.

En este contexto, se reveló que los esfuerzos actuales para reducir las emisiones para el medio ambiente solo lograrían que estas bajen un 11% para mediados de siglo.

Por este motivo, Kristalina Gueorguieva declaró: “A menos que fijemos un precio predecible al carbono en una trayectoria que nos lleve al menos a un precio promedio de US$75 por tonelada de carbono en 2030, simplemente no estamos creando el incentivo para que las empresas y los consumidores cambien”.

Mientras que algunas regiones ya fijan el precio del carbono por encima de ese nivel (la Unión Europea ha determinado US$76 por tonelada), otras como el estado de California en los Estados Unidos no han puesto ningún precio en absoluto.

La principal mandataria del FMI recordó la propuesta del organismo mundial para un precio mínimo del carbono y la idea de Alemania de un ‘club de carbono’ de las economías más grandes del mundo, que coordinaría cómo los miembros miden y fijan el precio de las emisiones de carbono y permitirían la cooperación para reducir las emisiones en los sectores industriales más grandes.

AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

El cambio climático podría empeorar significativamente las perspectivas económicas a largo plazo y exacerbar las desigualdades en América Latina y el Caribe (ALC), ya que 13 de los 50 países más afectados por el cambio climático se encuentran en esta región.

La Perspectiva Económica de América Latina 2022 (LEO en sus siglas en inglés) argumenta que perseguir una transición verde a través de políticas activas puede hacer que las sociedades de la región sean más resilientes al cambio climático y promover un mejor desarrollo.

Además, una transición verde efectiva en América Latina y el Caribe podría generar potencialmente un 10,5 % más de nuevos empleos para 2030, según el informe presentado en la COP27.

A su vez, LEO destaca que la participación del bloque latinoamericano en las emisiones totales es de un 8,4%, superior en su protagonismo en PBI mundial y al mismo tiempo inferior a otras regiones con desarrollo económico similar.

Otro aspecto positivo que presenta ALC es que los recursos de energía renovable representan el 33% del suministro total de energía en comparación con el 13% a nivel mundial.

LEO 2022 proporcionó una serie de recomendaciones para promover una transición energética justa: alejarse de los combustibles fósiles y avanzar hacia la descarbonización y la electrificación, diseñar políticas fiscales que sean sostenibles y compatibles, impulsar políticas de desarrollo industrial y productivo y fortalecer los mecanismos institucionales para fomentar el consenso y desarrollar y ampliar las alianzas internacionales en la región.

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