Asia se perfila como el continente que impulsará el crecimiento económico mundial, donde China e India serán los principales países que generarán la mitad del crecimiento mundial durante este año.
Dentro del contexto de la accidentada recuperación de la economía global, Asia y el Pacífico se muestran fuertes en su contribución al crecimiento durante 2023, ya que la misma se estima que será del 70%, un porcentaje mucho mayor al de los últimos años, acelerando a un 4,6%, superando el 3,8% de 2022.
El principal fenómeno que ha desencadenado este crecimiento fue la reapertura de China, donde el aumento del consumo está impulsando a la economía de la región, pese al debilitamiento de la demanda en el resto del mundo.
Sin embargo, también existen riesgos que podrían afectar esta tendencia, como los efectos indirectos de un endurecimiento mayor de lo previsto de la política monetaria en Estados Unidos y las perturbaciones en las cadenas de suministro asociadas con la fragmentación geoeconómica.
En el caso de India, se ha convertido en el país más poblado del planeta, superando a China, además de tener una de las economías de más rápido crecimiento del mundo.
El Banco Mundial espera que el país tenga un crecimiento de alrededor del 6,9% para 2023 y el FMI prevé un crecimiento medio del 6,1% para los próximos cinco años.
Por otro lado, la región también enfrenta importantes desafíos a corto plazo, ya que deberá mantener el endurecimiento de las políticas monetarias y fiscales para reducir la inflación de forma duradera hasta alcanzar las metas de los bancos centrales y estabilizar la deuda pública.
A más largo plazo, se prevé que la economía china, que ha sido el principal motor de crecimiento regional y mundial durante décadas, se ralentice considerablemente ante los factores demográficos desfavorables y la desaceleración de la productividad. Por lo que la región deberá dar prioridad a las reformas estructurales que impulsen el crecimiento a largo plazo.
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