España, ante «el período de mayor incertidumbre en muchos años»

En este informe para Movant Connection, Ramón García, Director General del Centro Español de Logística (CEL), nos detalla la actualidad económica y logística de España y sus expectativas para 2023.

¿Cuáles fueron los principales desafíos y logros del sector logístico español durante este año tan particular?

El 2022 fue un año curioso en cuanto a los desafíos, porque se han juntado causas y efectos, al mismo tiempo, de las disrupciones que hemos tenido en 2020. Todavía se siguen arrastrando problemáticas que se generaron en ese año y se han ido provocando efectos secundarios colaterales que nos han afectado de lleno en las actividades logísticas.

En el año 2022 hemos vivido la falta de suministros porque a nivel global todavía no consiguen volver a equilibrar sus ritmos de producción. El otro factor que nos ha afectado de lleno, y en España tuvo un impacto muy fuerte a principios de año, es todo lo relacionado con el cambio en los costes energéticos, que es consecuencia de lo que está pasando en Ucrania.

Esto ha derivado en que un sector tan intensivo en el uso de energía como es el logístico, ya sea para las naves industriales con el coste de la electricidad o el transporte con el coste del gasoil, organice un movimiento muy grande y paralice por dos semanas el transporte en todo el país. Teniendo en cuenta que el 96% de las cargas se mueven por carretera, que este sector esté en problemas nos pone en dificultades a todos.

Ante esta situación, el gobierno de España tomó una serie de medidas como subvencionar parte del costo del gasoil y dar concesiones a los transportistas. Pero cuando parecía que estábamos superando esta problemática llegaron la inflación y las estimaciones a futuro que indican que la economía no va a crecer lo que se esperaba, a lo que le siguió en los últimos meses un freno en el consumo. Esto nos afecta sobremanera porque el sector logístico es el que mueve todo lo que se consume.

En cuanto a lo estructural, este año representa el gran reto de replantearnos no solamente a nivel España sino a nivel Europa qué queremos ser, a qué queremos jugar. ¿Queremos jugar a ser un punto de consumo o queremos pasar a tener parte de la fabricación para no ser tan dependientes?

A nivel nacional se ha creado un instrumento denominado PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) que son planes que tienen que ver con lo estratégico de país y hay partes como la automoción, el hidrógeno, temas energéticos y grandes consorcios que están trabajando en este nuevo escenario. A nivel europeo han llegado herramientas que nos ayudan a financiar la innovación de muchas empresas y sobre todos las PyMEs, que en el total de compañías representan el 90%, con lo cual el tejido empresarial son pequeñas empresas que no tienen la innovación en la agenda porque no cuentan con los fondos, la persona o el tiempo.

¿A qué factores o variables van a estar prestándole especial atención en 2023?

El estado de la economía es lo que más nos va a afectar. En Europa hemos estado desde que se creó el euro con una inflación prácticamente nula y, de repente, en los dos últimos años la tasa de inflación está al 10%. Eso hace 20 años era inaudito.

Además, hemos pasado los últimos seis años con tipos de interés casi negativos y hoy estamos en un 4%. Estos dos factores sumados afectan directamente al consumo, en el bolsillo tenemos dinero para comprar menos cosas, y desde luego impactan en la logística y en el comercio nacional e internacional. Es el efecto de la incertidumbre ante todo lo que está pasando, como las causas no han desaparecido, los efectos están ahí.

¿Qué esperamos para el 2023? Que las causas desaparezcan y las consecuencias se vayan disipando. Los expertos esperan también que el próximo año se normalice la oferta y el problema del retraso de suministros que viene desde 2020. El contexto es lo que más me preocupa, porque al caer el consumo a la logística le afecta muchísimo.

¿Cuál es tu mirada sobre la reacción de los profesionales de la logística ante estos contextos difíciles?

Al sector profesional logístico le faltan dos cosas: gente con talento, ganas, inquietud y luego formación. Los procesos son cada vez más complejos, lo complejo y lo que no sucede de manera repetitiva es lo único que no esperamos que lo haga un algoritmo. Todo lo demás, más temprano o más tarde, lo hará la tecnología. Los profesionales cualificados estamos en una etapa en la que la formación toma un valor extraordinario y, además, la logística es multidisciplinaria.

En todos los foros de España se habla de que ahora mismo, con todo lo que ha pasado en los últimos dos años, no ha dado tiempo para producir los profesionales con suficiente seniority para ser capaces de manejar todo esto, y los que hay los están quitando de una empresa a otra constantemente y lo que se está produciendo es una inflación respecto a los perfiles lo que no es bueno para nadie.

En relación a cómo los profesionales han afrontado los retos del 2022, los “Premios CEL” son nuestro termómetro y este año hemos tenido récord de candidaturas, eso significa que mucha gente ha pensado en hacer muchas cosas durante este año. Creo que los diversos indicadores nos llevan a que la profesión logística está cogiendo peso y ahora tenemos que saber manejarlo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *