Reporte de Moody’s Investors Service señala que el incremento de las lluvias que vivirá Sudamérica relacionados con el fenómeno de El Niño afectará la producción agrícola y minera, con posible impacto en los precios globales.
Esto se debe al predomino que presenta América Latina en los mercados agrícolas y mineros globales, lo que hace que los cambios abruptos en su oferta interna inevitablemente impacten en los precios mundiales de las materias primas.
A nivel de gestión, el Niño planteará dos riesgos particulares para los gobiernos: demanda de gasto en estímulo y reconstrucción de infraestructura; y el aumento de los costos de endeudamiento si el incremento de los precios de los alimentos retrasa o ralentiza la flexibilización de la política monetaria, señala el informe.
Adicionalmente, este fenómeno climático retrasaría el desarrollo de la infraestructura, con consecuencias crediticias mixtas para la generación hidroeléctrica y los precios de la electricidad. Las inundaciones pueden reducir las opciones de transporte de pasajeros, bienes y servicios, y pueden dañar la infraestructura crítica relacionada con la energía.
Un fenómeno con múltiples impactos
«Las interrupciones de los cultivos en Brasil pueden incrementar los precios de los alimentos, mientras que lluvias más fuertes en Argentina tienen el potencial de impulsar la producción. Interrupciones en la extracción de cobre y zinc en Perú y Chile o la extracción de mineral de hierro en Brasil a causa del aumento de las lluvias restringiría los suministros y elevaría los precios de esos metales básicos en todo el mundo», detalla el reporte.
En cuanto al impacto a corto plazo del fenómeno de El Niño en el crecimiento del PIB, el mismo estará sujeto a su gravedad, y los efectos a largo plazo dependerán de los daños a carreteras, escuelas y hospitales.
De esta forma, si la intensidad de los factores climáticos alcanza un alto nivel hacia fines de 2023, los mismos ejercerían una fuerte presión sobre la actividad económica de América Latina para 2023-24 además de las difíciles condiciones financieras, advierten desde Moody’s Investors Service.