Tras una reunión de dos días en Japón, los ministros de agricultura del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), reconocieron este fin de semana la importancia de la “Iniciativa de Granos del Mar Negro”.
Un acuerdo fundamental para exportar cereales ucranianos a través del Mar Negro, firmado con la intermediación de las Naciones Unidas y Turquía en julio de 2022, que a la fecha ha permitido la exportación de más de 27 millones de toneladas de granos desde varios puertos ucranianos.
El mismo, resulta de vital importancia para aportar estabilidad al mercado mundial de alimentos, dada la alta participación de los cereales ucranianos en dicho mercado, sobre todo en un contexto global que aún no ha dejado atrás las tendencias inflacionarias.
Por su parte, Rusia ha señalado enérgicamente que no permitirá que el acuerdo continúe más allá del 18 de mayo, fecha de su vencimiento original, porque no se ha cumplido una lista de demandas para facilitar sus propias exportaciones de granos y fertilizantes.
Esto se debe a que, según trascendió, el G7 está discutiendo prohibir automáticamente las exportaciones a Rusia, a menos que estén incluidas en una lista designada de productos permitidos para ser enviados al país, mientras que según el marco actual, se permite vender bienes a Rusia a menos que estén explícitamente en la lista negra.
Por otor lado, el G7 pidió el domingo la «extensión, plena implementación y expansión» del acuerdo para exportar cereales ucranianos a través del Mar Negro, mientras que Moscú amenaza con alejarse de la iniciativa, incluso antes de la fecha límite del 18 de mayo, si Occidente no levanta las restricciones a las exportaciones agrícolas y de fertilizantes de Rusia.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, tiene previsto discutir el acuerdo de exportación de granos del Mar Negro de Ucrania con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en Nueva York esta semana.
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