Brasil encabeza reclamo contra medidas proteccionistas de la UE

El país sudamericano promueve una alianza de países emergentes que busca evitar que Europa, bajo el argumento de proteger al medio ambiente, cierre la importación de productos agrícolas, algo que podría ser considerado una violación a tratados internacionales.

Recientemente, el Gobierno de Jair Bolsonaro juntó firmas y reunió a una docena de países en desarrollo para remitir de manera conjunta una carta a la Comisión Europea en donde advierten que las medidas comerciales no se pueden utilizar para promover acciones ambientales.

El reclamo se centra en la intención de los países del Viejo Continente que consideran aplicar nuevos criterios ambientales a la importación de productos agrícolas, algo que repercutirá negativamente para los exportadores del sector.

Si bien se espera que la medida se debata durante los próximos meses, los países emergentes ya alertaron que, de prosperar, la iniciativa europea cerraría este mercado a decenas de países que depende de este intercambio comercial y esto no haría más que profundizar en la pobreza sin repercutir directamente en la preservación de los bosques.

VIOLACIONES
La carta firmada por Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Colombia, Guatemala, Honduras, Ghana, Costa de Marfil, Nigeria, Indonesia y Malasia sugiere que esta propuesta podría considerar graves violaciones a los acuerdos comerciales de la Organización Mundial del Comercio.

En otras palabras, los firmantes “lamentan que la UE haya optado por una legislación unilateral en lugar de seguir los acuerdos internacionales establecidos” y solicitan que los países europeos amplíen las consultas con gobiernos extranjeros antes de aplicar las barreras.

Además, agregan que, pese a sentirse ignorados por el Viejo Continente, son conscientes de la necesidad de progresar en medidas que resguarden los ecosistemas, aunque no consideren que exista un beneficio sustentable real si esta propuesta avanza.

Según la carta, los pequeños agricultores serían los principales perjudicados aunque también impactaría en la reputación de las empresas del sector, lo que se vería rápidamente reflejado de manera negativo en las distintas economías nacionales.

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