Con el objetivo de sumar competitividad a la exportación de hidrocarburos e incrementar el ingreso de divisas al país, La Secretaría de Energía de Argentina abrió el camino normativo para la reactivación del Oleoducto Trasandino que conecta con Chile.
La comercialización de crudo a través de este sistema, optimiza en gran medida las operaciones logísticas, en comparación a lo que representa la exportación por la vía marítima.
El Oleoducto Trasandino recorre 427 kilómetros y tiene la capacidad de transportar 110.000 barriles diarios de crudo hacia Chile. Se trata de un sistema binacional que espera ser rehabilitado próximamente, luego de 16 años de inactividad, y cuyos principales accionistas son YPF, Chevron y ENAP.
La normativa recientemente aprobada y ya publicada en el Boletín Oficial, busca regular de manera diferenciada y autónoma la exportación por ductos transfronterizos considerando las contingencias logísticas y las variables técnicas y económicas que implica la continuidad de aprovisionamiento requerida para obtener contratos de venta competitivos.
En este sentido, las empresas interesadas en exportar por esta vía deberán registrar sus operaciones ante al Subsecretaría de Hidrocarburos, indicando el Oleoducto a utilizar, las fuentes que aportarán los volúmenes de petróleo, el cronograma de exportaciones, el volumen máximo estimado para el año y los precios contratados o proyectados.
Tras ser aprobadas, las operaciones también serán informadas a la Dirección General de Aduanas (DGA) para que esta “instrumente los respectivos permisos de embarque a través del Sistema Informático Malvina».
Al respecto, la Secretaría de Energía de la Nación aclaró que este procedimiento de autorización será evaluado anualmente tomando en cuenta el nivel de inversiones en el sector, la evolución de las reservas de petróleo y sus precios, al igual que la situación del mercado energético internacional.
Logísticamente hablando, cabe destacar que los sistemas troncales de transporte de hidrocarburos disponibles para canalizar la producción de la Cuenca Neuquina se encuentran al límite de su capacidad, lo cual restringe su exportación desde el Océano Atlántico.
Ante esta situación, los ductos transfronterizos representan una oportunidad de generar mercados de exportación, tanto con Chile como, eventualmente, hacia otros mercados a través del Océano Pacífico, sin necesidad de inversiones adicionales de gran magnitud.
