Empresarios de los rubros más diversos y de compañías de todos los tamaños, se encuentran en alerta ante la falta de insumos productivos que amenaza con frenar sus líneas de producción.
El país latinoamericano se encuentra en un lento proceso de recuperación económica que se contrasta con las restricciones impuestas por las autoridades, que ante la escasez de dólares limitan las compras al exterior, a pesar de que el 80% de las importaciones del país están dedicadas a insumos para la producción.
“Llámense DJAI, SIMI o SIRA, los instrumentos burocráticos que aplican los organismos estatales para controlar las importaciones se terminan tornando irracionales, aleatorios y un verdadero dolor de cabeza tanto para las grandes empresas como para las Pymes”, alertan empresarios locales.
Si bien la poca disponibilidad de dólares del Banco Central argentino es real, los reclamos de los referentes del sector productivo se enfocan en la falta de previsibilidad y transparencia de las medidas regulatorias, ya que generan demoras e incertidumbre que hacen sumamente compleja la gestión del comercio exterior.
Consecuencias transversales
Adicionalmente, la escasez de muchos insumos productivos genera un fuerte aumento de precios en el mercado interno que, inevitablemente, impulsa aún más los altísimos índices de inflación que padece la economía argentina, que durante 2022 llevarón al IPC (índice de Precios al Consumidor) a alcanzar el 95% anual.
De esta forma, “la problemática importadora trasciende sectores y finalmente afecta a todo el conjunto de la economía y la sociedad”, destacan los empresarios y, en su reclamo, piden por un abordaje urgente del tema y que el mismo sea considerado en toda su dimensión por las autoridades correspondientes.
“Es tan relevante para todos, que se tendría que convertir en uno de los temas centrales en las discusiones políticas, ya que impacta en el empleo, en la inflación y en la capacidad de proyectarnos como profesionales y como personas”.
Fuente: Cronista.com
