La Unión Europea (UE) eligió a España para probar su nuevo sistema aduanero que, de funcionar correctamente, se implementará en el bloque continental a partir de 2024 con la principal intención de abaratar los costos de las operaciones de comercio exterior.
El motivo de la elección del país ibérico se debió a que, como en los primeros diez meses del 2022, el déficit comercial de España y muchos otros países de la Unión Europea aumentó y esto repercutió en los valores operativos.
La excepción se produjo en Alemania, Países Bajos, Bélgica e Italia, países que se caracterizan por tener superávit debido a la capacidad exportadora de sus industrias.
Por este motivo, desde su sede de Bruselas, la Unión Europea lanzó el “Despacho Centralizado Europeo”, un sistema que pretende reducir los costos de las empresas que compran bienes fuera del espacio económico europeo a través de dos vías: simplificando los trámites y evitando que tengan que contar con un representante, con los importes aduaneros que lleva aparejados, en cada uno de los países por los que atraviesa la mercancía.
España formará parte de la puesta a punto de este programa, que estará plenamente operativo el próximo 1 de enero de 2024 y también jugará un papel fundamental la Agencia Tributaria, que ha sido escogida por la Unión Europa para liderar y desarrollar un programa piloto que servirá de guía al resto de administraciones europeas a la hora de implementar el sistema de unión aduanero.
VENTAJAS
A diferencia del actual, cuando este nuevo sistema esté implementado, solo habrá que realizar un trámite donde la aduana local recibirá toda la información a través de la española, que a su vez facilitará los mismos datos al resto de países interconectados.
Para 2025, la Unión Europea planea tener a disponibilidad nuevas directrices para las exportaciones hacia fuera del bloque.
Para las compañías importadoras destaca el importante ahorro que supone tener que dejar de disponer de un representante aduanero en cada uno de los países por los que transcurra la mercancía importada, teniendo cuenta las empresas que compran bienes a terceros países son, en su mayoría, pequeñas y medianas.
Además, se suma la reducción del tiempo de trámite en aduana, factor clave para agilizar los envíos.
Eva Pedruelo, jefa de la Oficina Nacional de Gestión de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria, destacó que una vez que el despacho centralizado europeo se aplique en todos los países miembros, las empresas que compren mercancías de fuera de la Unión Europea podrán beneficiarse de la interconexión de las bases de datos de las aduanas y así no tener que aportar información en cada país de tránsito.
